Matrimonio sin sentimientos. (TERMINADA) ✔️

EXTRA 1.

LINDA HARRISON:

—¡Ya voy, mi nena!— alce la voz para que mi hija me escuche y deje de llorar. Hace media hora me había levantado porque tenía hambre.

Sasha era tremenda, pero la amo. Es mi pequeña, es mi vida entera. Sin ella me muero.

Alexander no había regresado a casa, tenía cosas que hacer. Sinceramente no le pregunté que era eso, porque me daría horribles imágenes en mente.

Sali de la cocina y me puse al costado de la sillita de mi hija. Recién había cumplido tres añitos, pero parecía una de cinco o seis.

Su papá le enseñaba muchas cosas, especialmente cuando se ponían a dibujar. Al parecer Sasha heredó el talento de su padre.

— Mami, mami. Extraño a papi— se quejó cuando le entregué su biberón. Le encanta tomar leche calentita desde que nació.

Suspiré, yo también lo extraño demasiado. No estamos acostumbradas a dormir sin papá.

— Yo también, mi amor. Pero, está trabajando. Ya regresará. — besé su pequeña mejilla. Ella sonrió olvidando su sentimiento anterior. — ¿Quieres ver Barbie?

Ella asintió efusivamente, la cargué y nos sentamos en nuestro sofá y puse el capítulo en el cual ella se había quedado con Alex. Todos los viernes papá e hija se sentaban a ver una película o serie. Me encantaba regresar de trabajar y verlos a los dos durmiendo en el sofá.

Soy muy feliz.

Nos abrigue con su manta color rosa y nos quedamos viendo la serie. No supe en qué momento nos quedamos dormidas, pero cuando abría poco a poco los ojos ví a mi esposo cargando a nuestra hija mientras le daba un beso en su cabecita.

Sasha es tan pequeña ante todos, pero ante su papá es como si siguiera siendo un bebé. Aunque claro, para nosotros Sasha siempre será nuestra bebé.

Volví a cerrar los ojos queriendo descansar. Pasaron minutos hasta que sentí como me alzaban, abrí los ojos asustadas y me encontré con la sonrisa amorosa de mi esposo.

— Shh, sigue durmiendo, mi reina.— suspiré. Estar con Alex me hacía sentir como una adolescente. Cada día que pasaba sentía que me enamoraba más de él.

Y como no, si Alex es un hombre increíble, un padre asombroso. Se desvive por nosotras.
Siempre busca lo mejor para nosotras.

— Te extrañé mucho, amor mío. — me llevó hasta nuestra habitación, abrí los ojos y me sorprendió no ver a nuestra bebé. — ¿Y Sasha?

— Está dormidita en su habitación. Quiero estar con el primer amor de mi vida.— suspiré llena de amor cuando me dejó en la cama poco a poco.

— ¿El primero?

— Si, porque el siguiente es nuestra bebé. Y tendré más amores, aún nos faltan más hijos— me miró de manera tierna y yo reí.

— ¿Acaso no era broma lo de que querías cinco hijos?— correspondi a su beso mientras se ponía encima mío.

— Mi amor, yo no bromeo.

— ¿Acaso quieres hacer el siguiente?

— A lo mejor. Solo sé que quiero sentir a mi mujer. Te extraño demasiado.— me dejé llevar por sus caricias y minutos después estábamos suspirando y jadeando llenos de placer.

Arañe su espalda cuando me daba estocadas fuertes y certeras. Enredé mis piernas en su cadera y lo ayudé a que vaya más rápido.

— Más fuerte, mi amor...— abrí la boca buscando aire. Era demasiado para mí.