Matrimonio sin sentimientos. (TERMINADA) ✔️

CAPITULO 13: Directa como debo de ser.

CAPITULO 13: Directa como debo de ser.

LINDA JACKSON:

Lamentablemente los padres de mi mejor amiga se la llevaron a su casa... Ellos debían de estar juntos.

No quería separarme de ella, pero... Lo bueno es que mataron a esos tipos y por lo menos podré ir a su casa y me quedaré ahí con ella todo el tiempo.

Pasar tiempo con ella jamás es suficiente.

— Felizmente esos desgraciados no le hicieron nada... —escucho la voz de Esteban.

— De lo contrario ahora mismo estarían siendo torturados por tus propias manos. —eso dice mi padre.

— Eso es seguro... Nadie toca lo que quiero y sale libre. — subo a pasos apresurados a mi habitación.

Me dejo caer en mi cama de espaldas. Ya mañana será un mejor día.

Me levanto súper temprano para darme una ducha y empezar a hacer mis deberes de la universidad. Cuando los termino empiezo a arreglar mi habitación y me cambio de ropa para salir a ver a mi mejor amiga.

Cuando estoy lista salgo de mi habitación para buscar a Esteban, mi guardaespaldas y mejor amigo.

— Buenos días, Li.—me saluda con una sonrisa.

— Hola, ¿Me podrías llevar a casa de Clara?— él asiente y nos vamos hacia la camioneta.

Me abrocho el cinturón de seguridad y veo con una sonrisa el paisaje. La camioneta se detiene cuando ya estamos frente a la casa de Clara.

Bajo con la compañía de Esteban y tocamos el timbre.

La puerta es abierta y vemos al papá de Clara con una sonrisa.

— Buenos días, pasen.—nos adentramos a la casa y con confianza subimos a la habitación de mi mejor amiga.

Cuando la veo comiendo sin medir cuidado me acerco corriendo hacia ella y la abrazo como si nunca lo hubiese hecho.

— Hola, loca. —me saluda riendo y devolviendome el abrazo.

— ¿Cómo estás?—pregunto sentandome a su lado.

— Bi... ¿Tú qué haces acá?—pregunta mirando atrás mío mientras se cruza de brazos.

— Hola a ti también, yo estoy bien. ¿Y tú?—habla gracioso Esteban.

— Estoy hablando seriamente, Esteban.

— Traje a Linda...

— Pues ella ya está aquí, puedes irte de mi habitación.

Yo miro a los dos con una pequeña sonrisa. Aunque Clara quería hacerse la que no siente nada se le nota a kilómetros como quiere abrazarlo. Y lo mismo digo de Esteban... Sus manos están moviéndose rápidamente.

Así que, me levanto de la cama y hablo con una sonrisa.

— Bueno... Yo puedo esperar, pero ustedes dos no. Esperaré abajo, chaíto. —salgo de la habitación y empujo la espalda de Esteban para que vaya hacia mi mejor amiga. Les cierro la puerta y dejo que el amor haga su magia.

Bajo y voy hacia la cocina en dónde está el padre de Clara cocinando algo.

— Mi hija está muy feliz.—comenta.

— Si.

— Ese chico... Siento que la pone algo muy nerviosa.—dice cortando un tomate.

Seguro ya va a preparar el almuerzo.