CAPITULO 15: Mal presentimiento.

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CAPITULO 15: Mal presentimiento.

NARRADOR OMNISCIENTE:

Por las calles manejaba un mafioso contento porque todo lo que había planeado para estar con la chica que le gusta estaba saliendo a la perfección. Todo estaba listo, solo faltaba que ella se diera cuenta.

Estacionó su auto y emprendió camino hacia una de sus tiendas favoritas para comprar el traje con el cual le daría la noticia bueno, su plan a sus futuros suegros.

Porque si, Alexander ya daba por sentado que sería pareja de Linda.

Mientras tanto el padre de Linda se encontraba sentado en su oficina entrando casi en crisis. Se había enterado que alguien había jugado chueco en sus negocios. Lo cual era malo, ya que lo dejaría sin nada, mientras pasaba los segundos todo lo que había luchado por conseguir se iba yendo poco a poco.

Hasta dejarlo sin nada.

Golpea con su puño la mesa... Esto no puede estar pasando, se repetía mil veces pero nada cambiaba.

Linda... Ella no era tonta, ella se podía dar cuenta de lo que estaba pasando con su padre... No lo sabía con exactitud pero era algo malo. Linda estaba dispuesta a saber que es lo que estaba pasando con su familia, no podía quedarse con la curiosidad e inquietud.

Se quedaba detrás de la puerta de la oficina de su padre esperando que él revelara algo, pero nada.

— No tengo ánimos de ir hoy a ese evento. —habia dicho el señor con estrés.

— Debes de ir, podría ser una muy buena oportunidad para solucionar tu situación—expreso el guardaespaldas y mejor amigo de Linda.

Obviamente Esteban ya sabía de los planes de Alexander. No estaba contento del todo como su mejor amigo había hecho las cosas pero ahora solo le quedaba apoyarlo.

— Ojalá sea así, Esteban. Te haré caso, prepara la camioneta. — Linda regresa a su habitación quedando con más dudas.

Y ¿Ella podría ir a ese dichoso evento?

Vuelve a salir de su habitación dispuesta a preguntarle a su padre a dónde iría a estas horas de la noche. Su madre ya se encontraba dormida, por lo que sabía que ella no iría.

— No, tú no perteneces a ese lugar, hija mía.—habia dicho su padre cuando ella le comentó sobre el evento.

Por otro lado se encontraba el Mafioso guapetón arreglándose para ir al evento, tenía mucha felicidad y nosotros sabemos muy bien cuál era la razón.

Él se sentía como si dentro de un tiempo iba a ingresar al mismísimo cielo.

Estaba a punto de estar con su reina.

El padre de Linda sale de su casa con Esteban. Suben a la camioneta y van directo hacia el lugar en donde se hará dicho evento. Una vez llegaron el señor trato de hablar con muchos de sus "conocidos" para que lo ayuden con su problema. Pero nadie lo ayudaba.

Esteban veía el estado en el que se encontraba su jefe y se sentía un poco mal, él sabía que todo esto era culpa de Alexander.

Él había hecho que los negocios del padre de Linda salieran mal.

Así que, con la mirada empezó a buscar a su mejor amigo, una vez que lo localizó guío a si jefe hacia su mejor amigo.

— Buenas noches, señor Jackson. —saluda seriamente Alexander.

Él por dentro se moría de las ganas de ya decirle todo. Pero, era poco a poco.

Esteban se retira para darles espacio pero no quita la vista de los dos.

— Me he enterado que ha tenido problemas.— La vista del señor Jackson se torna sorprendida al saber que Harrison sabía de sus problemas.

Solo su gente más confiable lo sabía.

Frunció el ceño y admitió.

— Si... Las cosas no salieron como pensé.

— Es una pena. ¿Hay algo que pudiera hacer por usted?—Alexander fingía ese tono amable.

— ¿Usted estaría dispuesto a ayudarme?

— Si... —el señor Jackson soltó un suspiro de alivio. Él sabía el poder que ejercía el apellido Harrison. — Pero, nada es gratis. Quiero algo... Bueno, a alguien a cambio.

El señor Jackson pensó que quizás Harrison quería ayuda para secuestrar a alguien o algo así. Pero jamás imagino que sería lo siguiente que le dijo Alexander Harrison.

— Quiero a su hija... A Linda. —lo último lo susurro y sintió un calor adueñarse de su pecho al mencionar el nombre de la chica que le gusta.

Mientras que, el señor Jackson se quedó mudo y tieso. ¿Cómo aquel hombre podia tener el descaro de decirle eso?

— Jamás, mi hija no es un objeto.

Alexander asintió dándole la razón.

— Jamás dije que lo era. Pero... Yo puedo brindarle mucho más ayuda de lo que necesita. Yo solo le pido a cambio poder tener una relación con su hija. Ya es momento de sentar cabeza... Y su hija me gusta. Soy un hombre honorable... Además, se lo que pasó hace unos días atrás, el secuestro de su mejor amiga. Yo puedo brindarle muchísima más seguridad. No digo que lo decida ahora, le doy tiempo para que lo piense.

Alexander sabe que el señor va a caer. Se encuentra tan desesperado.

Jackson pasa saliva y respira profundo para poder hablar.

— Está bien... Te doy a mi hija a cambio de tu ayuda y me prometes que la vas a cuidar como lo más preciado.

Alexander sonríe y se impresiona de lo fácil que fue.

— La cuidaré como mi reina— Alexander casi casi se encontraba suspirando del amor.

Su corazón latía desenfrenado al imaginarse cómo sería enamorar con cosas bonitas a su reina. Él la enamoraría.

— Estem... Debo de comunicar esto a mi mujer y después a mi hija. Debe de saber que no será fácil.

— No se preocupe, suegrito. Puedo esperar, usted sabe cómo contactarme.— Harrison le entrega una tarjetita en dónde está su número.— Adiós.

Se va lentamente sin mirar atrás. Mientras tanto el señor Jackson piensa en lo que se ha metido pero sabe que ya no hay vuelta atrás.

Por otro lado había una Linda asustada, algo en su pecho le decía que algo nuevo venía en camino. Tenía miedo, su padre no le había contado nada...

Era un desespero para ella. Pero, se convenció de que todo estaría bien y con ese pensamiento se fue a dormir sin saber todo el caos que le esperaba más tarde.

Matrimonio sin sentimientos. (TERMINADA) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora