Capítulo 1O

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Jungkook POV

Ayer fue un desastre. Primero tener que explicar por qué demonios Jimin y yo estábamos escondidos en un armario y luego pasar el día con dolores constantes por haber dormido en un suelo duro toda la noche.

No habría sido tan grave si hubiéramos podido enrollarnos mientras estábamos allí, pero dado que fue el decano quien nos encontró, me alegro de que Jimin fuera inteligente al respecto. Dudo que nos hubieran dejado ir con un tirón de orejas si hubiera sospechado que habíamos pasado la noche teniendo sexo en su armario de conserje.

Salgo tambaleándome de la cama y me dirijo al baño. La sudadera con capucha de Jimin me envuelve, y la única vez que me la he quitado desde que me la regaló fue para ir a clase y mientras me ocupaba de algunos de mis deberes en la fraternidad. Entonces volví a mi habitación, me desnudé para ir a la cama y me puse la sudadera con capucha.

Me avergüenza la cantidad de veces que me masturbé anoche mientras la llevaba puesta.

En mi defensa, el olor a cloro y a su desodorante corporal es tan fuerte que no podría ignorarlo ni aunque lo intentara, y después de pasar la noche anterior rodeado de ese mismo olor, me estaba volviendo loco cuando llegué a casa anoche.

Tuve que masturbarme.

Sólo que yo, umm, tal vez no tenía que estar usando su sudadera mientras lo hacía.

O tener que dormirme con ella puesta.

Eso no me impide abrazarla con más fuerza mientras voy al baño y apunto mi orina matutina. Todavía estoy medio dormido, con la sudadera levantada hasta la nariz para poder enterrar la cara en ella, cuando la suelto y... hay un extraño eco del chorro golpeando algo, y entonces el calor me salpica las piernas.

─¿Qué...?

Miro hacia abajo y veo que mi orina choca con una barrera transparente y sale despedida en todas direcciones.

Algún hijo de puta tapó el inodoro.

Me cuesta detenerme y sujetar la sudadera para alejarme de las salpicaduras de pis, pero termino cubierto de todos modos. También las paredes. Y el suelo.

Maldito sea.

Se me ponen los dientes de punta y saco el teléfono de donde lo dejé en el tocador. Estoy a un segundo de marcar el número de Jimin cuando me detengo. Hay un noventa y nueve por ciento de posibilidades de que los Sigma hayan hecho esto, es exactamente su idea de una diversión estúpida, pero ya nos han atacado otras casas antes, y en la improbable posibilidad de que no hayan sido los Sigma, lo último que quiero hacer es llamar a Jimin y que me vea cubierto de mi propia orina.

Me dan arcadas mentales al pensarlo.

Diablos, incluso si fueran ellos, no quiero que se imagine eso de todos modos.

Hablando de un completo asesino de erecciones.

Me cuesta respirar para calmarme cuando lo único que quiero hacer es darle un sermón.

Estoy cubierto de orina, maldita sea, y esos Sigmas van a... a... salirse con la suya.

El gruñido sale de mí antes de que pueda evitarlo, y agarro un fajo de papel higiénico para empezar a limpiar el desorden antes de quitarme a regañadientes la sudadera y meterme en la ducha.

Por suerte, mi polla ya no me molesta, así que mi ducha matutina es mucho más rápida de lo habitual. Salgo, me visto y doblo de mala gana la sudadera antes de detenerme a pensar en el hecho de que alguien pasó por mi habitación anoche. Mientras dormía.

frat wars ✧ jikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora