frat wars ✧ jikook

Capítulo 36

Jungkook POV

Jimin está sudoroso y recuperando el aliento encima de mí cuando su teléfono comienza a sonar.

Envuelvo mis brazos alrededor de él.

─No respondas.

─Podría ser importante ─dice, sus labios rozan mi cuello.

Y aunque acabo de correrme, mi piel hormiguea con la conciencia.

─Entonces volverán a llamar más tarde.

Jimin resopla y se aparta de mí, pescando su teléfono en el suelo. ─Es Jennie.

─Ugh. Bien. Entonces, responde.

Me pellizca el pezón, lo que me hace chillar, antes de presionar el botón verde.

─¿Qué tal?

No puedo escuchar a Jennie lo suficiente como para seguir la conversación, pero las cejas de Jimin casi saltan hasta la línea del cabello.

─¿Cuántos?

Más murmullos ahogados.

─Ponlo en el altavoz ─me quejo. Jimin interrumpe el monólogo de Jennie.

─Voy a ponerte en altavoz para que Jungkook también pueda escuchar esto.

Ella debe estar de acuerdo porque él presiona el botón y pone el teléfono entre nosotros.

─De acuerdo. Así que, como le estaba diciendo a Jimin, hemos logrado encontrar cerca de ciento cincuenta personas cuyos nombres y firmas aparecen en esta petición y están felices de presentarse y decir que no tenían idea de lo que estaban firmando, si es que lo firmaron.

─Wow, ese es un número elevado.

─Lo es ─ella está de acuerdo─. Pero ¿qué hacemos ahora con esta información?

Una lenta sonrisa se extiende por el rostro de Jimin.

─Creo que lo sé.

─¿Vas a compartirlo con la clase? ─pregunto.

─En un minuto. ─Levanta la voz─. Jennie, mira si puedes organizar a todos para que se reúnan hoy a las cinco en el patio del decano.

─Servirá. Nos vemos.

Colgamos y miro a Jimin.

─¿Qué estás planeando?

Sus labios se contraen.

─El decano quería una reunión muy urgente conmigo el otro día. Me imagino que es justo que le devuelva el favor y traiga conmigo a cien de mis amigos más cercanos.

Resoplo cuando Jimin llama a Jisoo y organiza un horario para una reunión muy importante de la que el decano sabrá los detalles una vez que comience la reunión. Maldito sabelotodo. Me encanta.

─¿No tienes miedo de enfadarlo? ─pregunto.

Jimin se pasa la mano por el pelo y exhala ruidosamente.

─Bueno sí. Un movimiento en falso y todo ha terminado. Pero no voy a agacharme y recibir una paliza. Si hay una manera de recuperar mi fraternidad, lo haré.

Me inclino y le doy un beso en la sien.

─Eres un presidente increíble.

─Es señor presidente para ti, Kook.

Me rio y acerco mis labios a su oído.

─¿Crees que puedes ir de nuevo... señor presidente?

Se parte de la risa.

─Por mucho que me mate rechazarte, tenemos una reunión que organizar. Además... quería darte esto. Agarra la sudadera con capucha que te di.

Nuestro intercambio semanal. Agarro la mío de donde está doblada en mi mesita de noche mientras Jimin se inclina para agarrar su bolsa de natación.

La hojea por un momento, y donde esperaba que sacara la sudadera con capucha verde y blanca, en su lugar sostiene una sudadera.

Una de color rojo.

Con letras doradas Sigma Beta Psi en el frente.

─¿Q-qué...?

Él me dedica esa hermosa sonrisa juvenil que me pone nervioso por dentro.

─Esta es para siempre. Si la quieres.

─P-pero... ─Todavía estoy impactado. Algunos hermanos de fraternidad les regalan sus letras a compañeros de larga duración, pero en su mayoría, las letras pertenecen a la casa. Es un gran asunto para Jimin no solo ofrecer esto, sino también querer que lo use─. Yoongi ni siquiera le ha dado la suya a Hoseok...

Jimin se encoge de hombros.

─No estoy en su línea de tiempo. Además, Hoseok no parece el tipo de persona que quiera esto; ya está luchando por seguir siendo un Kappa. Mientras que tú eres Rho Kappa Tau. Solo espero que tú también puedas ser un poco Sigma.

Abrazo la sudadera contra mi pecho, luego cambio de opinión y me la pongo. Hace calor, y cuando me lo acerco a la nariz, es todo Jimin.

─Te queda bien. ─Y como siempre hace cuando estoy en algo suyo, tiene este brillo posesivo en sus ojos─. Me gustas con mi ropa.

─Lo sé. ─Me acuesto y dejo que mis piernas caigan abiertas─. Imagina cuántas de tus cosas podré tomar prestadas cuando vivamos juntos.

Gime y se sube encima de mí.

─¿Por qué tenemos que volver a tener una reunión? ¿Y las clases? ¿Y los exámenes para los que estudiar?

─Algo sobre nuestro futuro.

─Suena falso para mí. ─Sus labios recorren mi cuello─. Solo piensa, en unos meses, podremos quedarnos en la cama todo el día juntos.

Hago un puchero.

─Y ahora te estás burlando de mí.

─Ya es hora de que me recupere.

Sus labios rozan los míos antes de que Jimin vuelva a levantarse de mala gana.

─De acuerdo. Reunión. Te veré a las cinco, ¿sí?

─Iré directamente allí desde la clase.

Decepcionado, se pone la ropa, me lanza un beso y se va de nuevo. Pasará una hora antes de que lo vuelva a ver cuándo lo recoja para la universidad, pero cuanto más tiempo pasamos juntos, más lo anhelo.

Estoy tratando de no hacerme ilusiones sobre California, porque estoy luchando por ver que realmente sea una posibilidad.

Mudarme con él, vivir con él y tener a Jimin solo para mí. Todavía será una relación en secreto, pero podremos pasar el tiempo juntos y en casa, no tendremos que escondernos. Seremos capaces de hacer lo que nos gusta. Es casi imposible envolver mi cabeza alrededor.

Dejo que mis dedos recorran las letras Sigma de la sudadera. Casi imposible.

Y aunque la posibilidad puede ser pequeña, voy a hacer cualquier cosa para lograr que suceda.