Max se quedó paralizado, su mente en blanco, mientras procesaba las palabras de Sergio.
-¿Qué?
La incredulidad se desbordó en la voz del neerlandés, casi ahogándose con la desesperación que comenzaba a apoderarse de él. Sus ojos azules se encontraron con los de Sergio, buscando un rastro de duda, algo que le indicará que había malentendido todo, que no era eso lo que quería decir. Pero la mirada de Sergio era firme, decidida, aunque también reflejaba una tristeza profunda.
-¡No! ¡No puedes hacerme esto! -gritó Max, y el pánico comenzó a tomar el control.
Antes de darse cuenta de lo que estaba haciendo, comenzó a arremeter contra todo lo que tenía a su alcance. Tomó el primer objeto que encontró, el celular de Checo, mas específicamente, y lo lanzó contra la pared, donde este se hizo añicos. Su respiración se hizo más pesada, errática, mientras sus manos se movían sin control, arrojando todo lo que encontraba a su paso.
-¡Max! -Sergio retrocedió, sus ojos llenos de miedo y sorpresa. Nunca había visto a Max así, descontrolado, furioso. Se sintió asustado, incapaz de reconocer al hombre que amaba.
El estruendo de los objetos rompiéndose atrajo a los demás pilotos que estaban cerca. La puerta se abrió de golpe, y Fernando y Carlos fueron los primeros en entrar, alarmados por el caos que encontraron. Sin perder tiempo, ambos se lanzaron contra Max, intentando detener su descontrol.
-¡Max, basta! -gritó Fernando, sujetando a Max por los hombros mientras Carlos lo ayudaba a inmovilizarlo. Pero Max se resistía, luchando contra ellos con la fuerza de alguien que estaba desesperado.
Lewis y Lance, por su parte, corrieron hacía Sergio, preocupados por su bienestar. Lo rodearon, intentando tranquilizarlo, mientras el caos reinaba a su alrededor.
Horner también entró, y sus ojos se abrieron de par en par al ver el desastre en la habitación. Se dirigió hacía Max, tratando de calmarlo, pero el neerlandés estaba demasiado alterado para escuchar.
-¡Max, maldita sea, cálmate o esto se va a poner peor! -gritó Horner, acercándose lo suficiente para que Max pudiera sentir su presencia.
Pero Max no escuchaba. Estaba atrapado en una tormenta interna, sus propios pensamientos rugiendo más fuerte que cualquier voz exterior. Lo que había dicho a Sergio, las palabras llenas de veneno que habían salido de su boca en un momento de desesperación, se repetían una y otra vez en su mente, cada vez más punzantes, cada vez más insoportables.
Sergio, con la voz quebrada, finalmente logró hablar, aunque cada palabra parecía costarle un esfuerzo titánico.
-Le pedí a Max que se fuera -. Su voz apenas un susurro-. Le dije que no quería verlo más, que necesitaba alejarme de él después de lo que me dijo...
Horner frunció el ceño, acercándose más a Sergio, tratando de entender el alcance de la situación.
-¿Qué te dijo, Sergio? -preguntó, su tono urgente, sabiendo que entender las razones podría ser la clave para calmar a Max.
Sergio tragó saliva, sintiendo que las palabras eran como veneno en su boca, pero sabía que tenía que decirlo. No podía seguir guardando ese dolor dentro de él.
-Me llamó un fracaso, dijo que llevó años en la Fórmula 1 sin ganar un solo campeonato... -Su voz se rompió al recordar esas palabras que le habían herido más que cualquier otra cosa.
Un murmullo de indignación recorrió la habitación. Lance soltó un jadeó ahogado, y Charles cerró los puños con tanta fuerza que sus nudillos se pusieron blancos. George, por su parte, sintió un profundo desprecio por lo que había escuchado. ¿Cómo había podido Max decirle algo así a Sergio, alguien que había demostrado una y otra vez ser uno de los pilotos más talentosos y dedicados del paddock?
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Patitos (Chestappen)
Romance¿Que se supone que se hace con un embarazo múltiple, una ruptura, una renuncia y un corazón roto? Sergio no tiene las respuestas a esas preguntas, pero tampoco tiene miedo de las consecuencias. Ha tomado una decisión, alejarse por completo del hombr...