La anticipación podía sentirse en cada parte del circuito, hoy era un día importante; el día de la clasificación. Desde la mañana, el equipo había estado trabajando frenéticamente, ajustando los últimos detalles en los monoplazas.
Ambos pilotos estaban concentrados, pero había algo diferente en Checo. El malestar que había comenzado la noche anterior aún persistía, dejándolo intranquilo.
A pesar de la incomodidad, Sergio se esforzó en mantenerse enfocado durante la sesión de clasificación. Sabía lo que estaba en juego y no quería dejar que nada lo distrajera. Cuando la bandera a cuadros cayó, marcando el final de la Q3, el marcador mostró que Max había conseguido la pole position, mientras que Sergio logró un impresionante segundo lugar, con Charles en tercer puesto.
La celebración en el equipo fue inmediata. Los ingenieros aplaudían y se abrazaban, mientras los pilotos regresaban a boxes para el pesaje obligatorio. Max, aún con el casco puesto, se acercó a Sergio para felicitarlo. Levantó el visor de su casco, sonriendo ampliamente.
-¡Lo hicimos, amor! ¡Uno y dos! -exclamó Max, su voz llena de emoción.
Sergio asintió, pero Max notó que su expresión no reflejaba la misma alegría. Incluso con el casco puesto, Max pudo ver el ceño fruncido de Sergio. Algo no estaba bien. Aunque había conseguido un gran resultado, Sergio no parecía satisfecho.
-¿Estás bien? -preguntó preocupado, tratando de captar la mirada de su esposo.
Sin embargo, antes de que Sergio pudiera contestar, Charles se les acercó, interrumpiendo el momento.
-Buena clasificación, Max -dijo el monegasco, dándole una palmada en la espalda. Luego giró hacía Sergio.
-También buena clasificación, Checo. Estuvimos bastante cerca, ¿eh?
Sergio esbozó una sonrisa forzada y asintió. -Sí, estuvo muy reñido. Buen trabajo Charles.
Max intentó mantener la conversación con Sergio, pero Charles continuó hablando sobre la carrera, desviando la atención hacía él.
Sergio retrocedió, aprovechando el momento para alejarse, buscando un poco de espacio para sí mismo. Mientras Max y Charles seguían conversando, Checo se dirigió hacía los boxes, con un malestar cada vez más evidente.
Horner, quien había estado observando desde la distancia, interceptó a Sergio antes de que este pudiera alejarse por completo.
-Sergio, ¿Todo bien? -preguntó, notando el semblante desanimado del mexicano. -Pareces cansado, algo apagado.
Sergio intentó sonreír, pero el dolor en su estómago era difícil de ignorar. -Estoy bien, Christian. Solo necesito un momento a solas. Ha sido un día largo.
Horner frunció el ceño, claramente preocupado. -Si necesitas algo, lo que sea, dímelo. Pero sabes que la prensa estará esperando para hacer preguntas sobre la qualy. No puedes simplemente desaparecer.
Sergio suspiró, sabiendo que tenía razón, pero la idea de enfrentarse a las cámaras y responder preguntas lo abrumaba en ese momento.
-Christian, no me siento en condiciones de hablar con la prensa hoy. Por favor, ¿Podrías excusarme? Prometo que me pondré al día mañana.
Horner lo miró fijamente durante unos segundos, evaluando la situación. Sabía que una ausencia en las entrevistas significaba una multa, pero también reconoció que Sergio no estaba bien. No quería presionarlo más de lo necesario.
-Está bien, te cubriré esta vez -concedió con un suspiro, palmeando su espalda -Pero necesitas recuperarte, Checo. No quiero verte así mañana. Descansa y haz lo que necesites.
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Patitos (Chestappen)
Romance¿Que se supone que se hace con un embarazo múltiple, una ruptura, una renuncia y un corazón roto? Sergio no tiene las respuestas a esas preguntas, pero tampoco tiene miedo de las consecuencias. Ha tomado una decisión, alejarse por completo del hombr...