SOLARA || The Flash

𝟐𝟔. 𝐐𝐮𝐞́ 𝐬𝐮𝐞𝐫𝐭𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐬𝐨𝐲 𝐮𝐧 𝐡𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞.

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"Cause I'll breathe
When they try to suffocate me
Don't you underestimate me"

Speechless 𝙗𝙮 Naomi Scott

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—¿Qué hace él aquí? -Cuestionó la rubia una vez puso un pie dentro del Cortex.

Apenas pasó un día desde su última conversación con Barry, y Elara tuvo poco tiempo para calmar el huracán de emociones que la reciente discusión había provocado en ella, lo que significaba que aún no se sentía del todo tranquila.

Sin embargo, acordó con Barry que resolverían juntos el problema de los metahumanos, así que se encargó de adelantar su trabajo del día en el Picture News y correr a los laboratorios para pensar en un plan.

Claramente, la última persona que esperaba ver ahí era el hombre que anteriormente la había secuestrado y atado a una silla con una bomba debajo. No que hubiese podido hacerle daño, pero Snart no sabía eso. Él tuvo toda la intensión de lastimar a Elara ese día, de eso no tenía duda.

—Pegúntale a Flash. -Respondió Caitlin, su mirada fija en las figuras de Leonard Snart y su hermana menor, Lisa.

Elara frunció el ceño, mirando a su novio con confusión e intentando entender qué ridícula razón pudo haberlo llevado a traer a un criminal a su lugar de trabajo.

—Señorita Brooks... comenzaba a extrañar su agradable compañía. -Saludó Snart, una sonrisa divertida en su rostro que sólo creció ante la mala mirada que recibió por parte del velocista.

—No puedo decir lo mismo. -Respondió la rubia, arrugando la nariz.

—Escuchen, chicos... necesitamos su ayuda para hacer esto. -Interrumpió Barry, recibiendo miradas incrédulas de su equipo y una mueca de decepción por parte de su novia.

Él estaba bromeando, ¿cierto? Porque la última vez que hablaron, Barry aceptó que trabajarían juntos, y hasta donde la rubia entendió, juntos significaba Barry y Elara, no Barry y Leonard Snart.

—¿Por qué usas tu máscara? Snart ya sabe quién eres. -Cuestionó Caitlin con resignación.

—Y prometí que no le diría a nadie. Eso incluye a mi hermana.

Elara resopló. —Y en qué podemos confiar si no es en la palabra de un criminal. -Respondió con sarcasmo, haciendo sonreír al mayor.

—Aunque te sorprenda, princesa, soy un hombre de palabra.

Barry frunció el ceño ante el apodo, dedicándole una mala mirada a Snart.

—Pues más te vale, o me aseguraré de que tú subas a ese avión. -Fue Joe quien decidió responder, desviando la atención de Snart de Elara hacia él.

Joe aún no estaba enterado de los poderes de Elara, pero incluso si lo estuviera, nada detendría el impulso de padre protector que sentía por la rubia.

Tras unos segundos de incómodo silencio, Elara rodó los ojos, saliendo del Córtex y caminando hacia las tuberías.

Cisco hizo una mueca, dejando suaves palmadas sobre el hombro de Barry, quien miraba a la rubia alejarse del lugar.

—Suerte, hermano. -Silvó el moreno, dejando a un Barry doblemente preocupado.

Tomó apenas unos segundos para que llegara a las tuberías, anunciando su presencia con una ráfaga de viento.

—Sabes, cuando una persona se aleja, usualmente significa que quiere estar sola. -Se quejó, cruzándose de brazos con la espalda en dirección a Barry, quien suspiró, sacándose la máscara.