SOLARA || The Flash

𝟎𝟖. 𝐒𝐚𝐛𝐢́𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐫𝐚𝐬 𝐫𝐞𝐚𝐥.

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"Esa fue la noche que casi te pierdo. Realmente pensé que te había perdido."

           The Great War 𝙗𝙮 Taylor Swift

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Hogar.

Desde que llegó a la tierra, hogar se había vuelto en una palabra desconocida para Elara.

¿Qué era un hogar?

Cuando estaba en Krypton, hogar era un lugar lleno de personas que la amaban y a las que ella amaba. Era donde su madre la despertaba cada mañana con una caricia en el cabello y una brillante sonrisa. Hogar era donde su padre la dejaba sentarse en una silla de su laboratorio por horas mientras explicaba cada cosa que hacía en voz alta para que Elara pudiese entender. O donde su tía Astra la visitaba con regalos e historias de aventuras increíbles que Elara soñaba con vivir cuando fuese mayor. Hogar era donde Elara y su hermanita Kara pasaban horas jugando y riendo juntas.

Kara era un año menor que Elara, pero aquello no evitó que se criaran como las mejores amigas. Su madre solía decir que su vinculo era quizás más fuerte que el que ella misma compartía con su gemela, y Elara no tenía dudas de aquello. Kara era todo para ella.

Elara tenía la teoría de que ella y Kara estaban destinadas como gemelas, pero Elara decidió nacer primero para asegurarse de que el mundo en el cual vivirían sería seguro para su hermana. Desde muy pequeña, la rubia siempre creyó que proteger a su hermana era su propósito más importante.

Hasta que no pudo hacerlo más.

Ese no había sido el plan, claro. El plan era que Kara y Elara llegarían a la tierra junto a su primo, Kal-El.  Ambas se encargarían de cuidar del menor y Elara se encargaría de cuidar de ambos, porque eso es lo que las hermanas mayores hacían.

Excepto que, cuando Elara llegó a la tierra, no había nadie a quien cuidar. No hubo rastros de Kal-El. No hubo rastros de Kara. Los había perdido a los dos.

Había perdido lo único que le quedaba de su hogar en un lugar del universo y en consecuencia tenía que pasar el resto de su vida en un planeta desconocido con una sensación de soledad que no creía se iría alguna vez.

Elara Zor-El era un protectora sin nadie a quien proteger.

A sus 25 años, Elara tenía claro que hogar era donde tu corazón se sentía tranquilo. Y durante los años que llevaba viviendo en la tierra, había entendido que eso era imposible de encontrar para alguien como ella.

Al menos eso creía, hasta que llegó a Ciudad Central.

La esperanza de encontrar un hogar en la soleada ciudad crecía dentro de ella, y no estaba segura de qué tan bueno era eso.

Porque encontrar un nuevo hogar significaba que Elara tendría algo que perder.

Y el universo sabía que Elara ya había perdido demasiado.

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Era viernes por la noche y Elara quedó con Iris para reunirse en un bar del centro.
Las amigas decidieron que necesitaban una salida nocturna para liberar un poco del estrés de esa semana, y Iris le contó sobre este nuevo bar que abrieron y que tenía tiempo queriendo visitar.

Elara tenía la esperanza de pasar una noche de chicas y olvidarse de todo el caos que había en su cabeza los últimos días.

El problema fue que cuando atravesó las puertas del bar, el protagonista de dicho caos estaba parado junto a Iris, Eddie y otras dos personas que Elara no conocía.