SOLARA || The Flash

𝟐𝟐. 𝐃𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐚𝐝𝐨 𝐚 𝐟𝐫𝐚𝐜𝐚𝐬𝐚𝐫.

"¿Somos los cazadores o somos la presa?"
              Game of survival  𝙗𝙮 Ruelle

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La última semana fue un caos para el equipo Flash. Para empezar, había aparecido un nuevo metahumano con la habilidad de tomar la apariencia de cualquier persona que tocara. Para suerte del equipo, la apariencia era lo único que podía copiar, y Barry logró detenerlo antes de que Eddie terminara preso por un crimen que no cometió.

Además de eso, Joe y Cisco viajaron a Ciudad Starling para investigar más acerca del pasado de Harrison Wells y el accidente que le costó la vida a su esposa. Si bien Elara confiaba en que el par sería capaz de encontrar algo durante su viaje, nunca esperó que llegarían con el cuerpo descompuesto de Harrison Wells en una bolsa de polietileno.

Especialmente cuando el Harrison Wells con el que llevaba meses conviviendo seguía en Laboratorios Star aún en perfecto estado.

Al menos de la cintura para arriba.

Ahora, si bien toda la situación era bastante estresante y confusa para la rubia, Elara sabía perfectamente que cualquier cosa que ella pudiese estar sintiendo en ese momento no sería ni una décima parte de lo que Barry debía estar sintiendo.

El velocista había confiado su vida en el Doctor durante meses, le había admirado y respetado como a un verdadero mentor, sólo para descubrir que no sólo no era quien decía ser, sino que existía una gran posibilidad de que Wells (o como sea que se llamara) fuese el hombre que asesinó a su madre.

—De hecho, ¿Sabías que usaron animatronicos en vez de CGI para los dinosaurios? Eso demuestra cuánto esfuerzo y detalle se invirtió en hacer que pareciera real. - Dijo Barry emocionado.

Después de la semana que tuvieron, la pareja finalmente había tenido unas horas libres, y la rubia decidió que ambos pasarían la noche en su apartamento viendo una película y haciendo lo posible por mantener la mente del castaño alejada de todos los problemas que lo agobiaban.

Así es como Elara terminó en el sofá de su sala, un short de pijama acompañado de una playera que muy probablemente pertenecía al castaño cubrían su cuerpo, y su barbilla descansaba sobre la palma de su mano mientras observaba a su novio con una sonrisa embobada.

—Y la ciencia detrás de todo es fascinante. La idea de traer de vuelta a los dinosaurios a través de la manipulación genética es algo completamente revolucionario. -Finalmente, Barry se dio cuenta de que Elara lo escuchaba con atención y se detuvo. Rió nerviosamente, un pequeño rubor cubriendo sus mejillas. —Lo siento. Estoy divagando otra vez, ¿verdad?

—Está bien. -Respondió la rubia, encogiéndose de hombros. —Te ves lindo cuando hablas de algo que te emociona.

Barry se sonrojó aún más, una pequeña sonrisa asomándose en las comisuras de sus labios. Realmente no estaba acostumbrado a que lo llamaran lindo, o a recibir halagos en general, pero desde que Elara estaba en su vida las cosas habían cambiado bastante. Para Elara los halagos eran como segunda naturaleza, ella siempre hacía que todos a su al rededor se sintiera bien con ellos mismos. Era simplemente su forma de ser, y el castaño amaba eso de ella.

—Gracias. -Dijo, todavía un poco avergonzado. —Solo no le digas a Iris sobre esto. Ya se burla lo suficiente de mi amor por Jurassic Park.

Elara rió, acercándose a él. —Tu secreto está a salvo conmigo. -Susurra, cerrando la distancia entre sus labios.

Barry se derritió en el beso, todas las ideas sobre películas volando de su cabeza. En ese momento, todo lo que puede enfocar es ella, la suavidad de sus labios, la calidez de su cuerpo contra el suyo.