SOLARA || The Flash

𝟐𝟕. 𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐚𝐦𝐚𝐬 𝐚 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧.

"My love, we will hold each other once again and become the perfect love. In the end, we will meet as we did when we first met.

There is no space between us, don't worry. Because we're not coincidence, we're destiny."

Dear Love 𝙗𝙮 Lim Hyunsik.

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Elara estaba de brazos cruzados en el medio del córtex, las miradas de todo el equipo sobre ella.

Barry recién había vuelto de algún lugar llamado Nanda Parbat y ahora se encontraba hablando con Wells en las tuberías. El doctor despertó en una de las celdas después de que Elara ayudara a detenerlo, y ahora la mitad del equipo esperaba una explicación sobre cómo es que aquello fue posible porque, hasta donde ellos sabía, Elara se encontraba del otro lado del país durante la explosión del acelerador de partículas.

No había forma de que ella fuera un metahumano.

Después de unos cuantos minutos en silencio, fue Joe quien pronunció la pregunta que rondaba en su cabeza, la de Ronnie y la de Stein.

—¿Cómo hiciste eso?

Elara intercambió una mirada con Cisco, quien sonrió levemente y asintió con la cabeza, animándola. El menor sabía que Elara pasó muchos años de su vida escondiendo una parte de ella y sintiéndose culpable, como si ella hubiera elegido ser quien es, como si hubiese algo de malo con ello.

Quizás porque alguien a quien quiso la había convencido de que era algo antinatural y desagradable, y Elara, tan joven, tan sola y tan asustada, lo había creído.

Pero Elara ya no estaba sola. Elara tenía a Iris, a Cisco, a Caitlin. Elara tenía personas en su vida que conocían cada parte de ella, y en lugar de huir disgustados se habían quedado y habían decidido que aquello sólo la hacía más especial e increíble.

Elara tenía a Barry Allen, y aquello de alguna forma lo había cambiado todo.

—Soy... soy un alíen.

Joe la miró impasivo por unos segundos, parpadeando lentamente hasta que su cerebro finalmente digirió las palabras pronunciadas, y una expresión de incredulidad se dibujó en su rostro.

—No. -Negó, sacudiendo la cabeza con exasperación.

Elara parpadeó, inclinando la cabeza en un gesto confuso. —¿Qué- qué quieres decir con "no"?

—Quiero decir no, Elara. Soy un hombre simple, ¿okay? Yo manejo cosas simples, ladrones y estafadores, quizás un par de asesinos... -Estresó, moviendo sus manos en el aire para acentuar su punto. —Después llegaron magos del clima y velocistas. ¿Ahora me estás diciendo que debo lidiar con aliens también? Nop, no, me rehuso. Es más, me voy a retirar.

La esquina del labio de Elara se elevó, y habría reído ante la reacción de Joe de no saber que el hombre estaba seriamente confundido y aturdido con toda la información nueva.

—¿Qué quieres decir con que eres un Alíen? -Cuestionó Stein, quien estaba igual de confundido.

—Quiero decir que vengo de otro planeta. -Explicó con simpleza.

Ronnie la miró con una mueca de confusión y la cabeza inclinada levemente hacia un lado. A Elara le recordó al gesto que hacían los perritos cuando les hablabas.

—¿No deberías ser... no sé, verde y calva? -Preguntó, recibiendo un manotazo en el brazo por parte de su novia y haciendo reír a la rubia.

—Me estás confundiendo con un marciano. Yo vengo de un planeta llamado krypton. Mi gente solía verse igual a los humanos.