𝟏𝟔. 𝐂𝐨𝐦𝐨 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐫 𝐚 𝐜𝐚𝐬𝐚.

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"El amor puede doler algunas veces, pero es lo único que nos hace sentir vivos."

  Photograph 𝙗𝙮 Ed Sheeran

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Era una mañana lluviosa en Ciudad Central, y Elara amaba la lluvia. Amaba despertar con el sonido de la lluvia golpeando el suelo, amaba el olor a tierra mojada en el ambiente y la cálida comodidad de su cama cuando el aire se volvía frío y húmedo.

Esa mañana, sin embargo, no fue el sonido de la lluvia lo que la despertó. Fueron los pequeños besos en su cuello y el brazo que la rodeaba por la cintura, dejando suaves caricias en la piel de su vientre.

Elara se removió un poco en cama, sonriendo con los ojos aún cerrados.

—¿Cuánto llevas despierto? -Cuestionó, terminando su oración con un pequeño bostezo.

—Lo suficiente para extrañarte. -Respondió Barry, su rostro aún escondido en el cuello de la rubia, quien sintió su cuerpo estremecerse ante el tono ronco de su voz.

La voz matutina de Barry Allen era injustamente seductora. Y Elara deseaba poder escucharla cada mañana.

—Estoy literalmente entre tus brazos. -Agregó con diversión, volteándose para quedar de frente al chico. Barry la jaló por la cintura, pegándola tanto como fuese posible a su cuerpo. Elara sonrió, abriendo sus ojos.—Hola. -Saludó tímidamente.

Barry soltó una risa divertida, besando suavemente su frente. —Hola, bonita. -Saludó, dibujando estrellas en la desnuda espalda de Elara con la punta de sus dedos. —¿Dormiste bien?

Elara sonrió, asintiendo. —¿Y tú?

—Mejor que nunca. -Contestó, agachándose para dejar un beso en sus labios, pero Elara volteó el rostro antes de que pudiera hacerlo, y Barry frunció el ceño con un pequeño puchero en sus labios.

—¡No he cepillado mis dientes! -Se quejó la chica, haciéndolo reír.

Barry dejó otro beso en su frente, sentándose sobre la cama, y Elara observó como la sábana caía de su cuerpo. Después de las... actividades que se habían llevado a cabo la noche anterior, aquella tela era lo único que cubría sus cuerpos, y Barry no parecía tener problema alguno con eso.

—¿Irás a trabajar? -Cuestionó la rubia, recorriéndolo con la mirada. Barry se levantó de la cama, colocándose el boxer que por alguna razón se encontraba sobre la lámpara que Elara tenía junto a su cama.

Él negó, pasando sus ojos por el suelo, hasta que encontró sus pantalones junto a una de las patas de la cama y los recogió, poniéndoselos.

—Tengo el día libre, ¿y tú? -Cuestionó, viéndolo como Elara se sentaba en la cama y sostenía la sábana contra su pecho.

—Debo ir a la oficina por la tarde para seleccionar unas fotografías antes de que las impriman, pero estoy libre hasta entonces.

Barry sonrió, poniendo una rodilla sobre la cama para acercarse a ella y besarla.

—No cepillé mis dientes. -Se quejó entre besos. Barry solo se rio, besándola con más fuerza.

—No me importa. -Murmuró sobre sus labios, dejando un último beso sobre ellos antes de levantarse. —Ahora saca tu bonito trasero de la cama y vístete, te espero en la cocina.

Elara sonrió, viéndolo avanzar hacia la puerta de la habitación. —No soy la única con trasero bonito. -Respondió, haciéndolo reír y negar con la cabeza hasta salir de la habitación.

SOLARA || The FlashDonde viven las historias. Descúbrelo ahora