EXTRA (RAVEN Y CONNOR)

105 10 0
                                    

Raven

Lo que me encuentro al abrir los ojos no es el descanso eterno. Me duelen los brazos, la cabeza y siento que la luz me molesta. Quiero gritar que apaguen esa maldita luz, pero tengo tan seca la garganta que no puedo hablar.

Una lágrima escapa por uno de mis ojos, y al intentar levantar una mano, siento escozor.

—No, no, no la muevas — me dice Heidi, a quien mis ojos enfocan. Esta tiene los ojos llenos de lágrimas y me acaricia la cabeza.

—Heidi —susurro.

—Eres una idiota —dice llorando.— Perdón, no te quería decir eso, pero sigo demasiado asustada, ¿cómo pudiste?

— Heidi —repito.— Lo siento.

— ¿Por qué lo hiciste, nena? ¿Por qué?

—Él hizo algo horrible— musito.

A mi mente, por desgracia, vienen los recuerdos de haber ido a buscar a Dwight y encontrarme con él haciéndole sexo oral a un tipo que podía ser su padre. Para colmo, no era cualquier persona, sino mi mismísimo jefe.

—Dwight nunca me aceptó como soy — digo con voz temblorosa. — Y cuando me operé...

—¿Qué te hizo? —pregunta furiosa. — Nena...

— Estaba teniendo sexo con otro, dándole sexo oral. Él se rio en mi cara cuando lo confronté y dejó que ese tipo me golpeara. Las cosas que me dijo...

Niego con la cabeza, queriendo bloquear tales recuerdos, pero es inevitable que vuelvan. Las palabras <<puta>>, <<cerda>>, <<mutilada>>, no paran de repetirse.

—Yo solo quería cuidarlo, pero...

— Tranquila, no sigas — me interrumpe Heidi.— Ese miserable va a pagar, yo me encargo.

— Se supone que no debías estar aquí, no debías salvarme. Ya no quiero vivir —digo desesperada. — ¿Por qué me salvaste?

—Porque te quiero, porque me niego a vivir sin ti, loca —me suelta.— Y sé que tú en realidad no quieres morirte.

—Sí, sí, quiero. Perdí mi empleo, él no ama, yo...

—¿Y qué? ¿Por qué quieres que te ame? No lo entiendo, él no vale nada, no vale nada.

Mi amiga me da la espalda y comienza a llorar con fuerza. Yo paso saliva, lamentando haberla hecho sufrir de esta forma. Esto no le hace bien, solo pude pensar en mi dolor y no en el bebé que ella espere.

Soy una completa idiota.

—Perdóname, perdóname— dice volteándose.— Estoy siendo cruel contigo, pero es que me aterró perderte. ¿Cómo pensabas dejarme? Nena, estoy aquí, ¿sí? Lo sabes. No te dejaré irte al otro mundo, aunque tú quieres eso.

—No, no quiero —gimoteo.—¿Cómo vas a sobrevivirsin mí?

—En eso debiste pensar — gruñe. —Raven, eres la mujer más valiosa, no dejes que una cucaracha asquerosa como Dwight te haga olvidado, ¿me entiendes? Tu vida vale más que la suya.

— Lo siento, ratona — digo arrepentida.

— No, soy yo quien lo siente por no hacer algo antes —masculla. Se acerca de nuevo a mí y me da un beso en la frente. —Lo siento, pequeña, me asusté mucho. Quisiera no sentirme enojada contigo, no reprenderte, pero sabes...

—Lo sé, yo también habría hecho lo mismo o algo peor. Posiblemente, te habría dado una tunda —me río.

—Mi niña, por favor, no lo vuelvas a hacer —me pide. — Por favor, por favor, inténtalo, ¿sí? Estoy contigo.

Obsesión Legal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora