Al caer la tarde, decidí tomar un respiro de la inquietud que sentía desde la conversación con Nikolai. A pesar de que intentaba dejarlo atrás, sus palabras seguían repitiéndose en mi mente, y la incertidumbre sobre la boda y la alianza se hacía cada vez más pesada. Buscaba un escape, un momento de paz, y la biblioteca parecía el refugio perfecto.
Me dirigí a la gran biblioteca del palacio, una sala imponente llena de estanterías que llegaban hasta el techo, repletas de volúmenes antiguos y manuscritos delicadamente encuadernados. El olor a cuero viejo y pergamino inundaba el ambiente, brindando una sensación de calma que necesitaba con urgencia.
Caminé entre las estanterías, mis dedos rozando suavemente los lomos de los libros, buscando algún texto que pudiera distraerme o, mejor aún, ayudarme a prepararme mejor para mis futuros deberes como reina. Finalmente, encontré un libro antiguo sobre las alianzas entre reinos, cubierto por una fina capa de polvo. Lo tomé y me senté en una de las sillas junto a la ventana, desde donde se podía ver el jardín iluminado por la tenue luz del atardecer.
Abrí el libro con cuidado, dispuesta a sumergirme en su contenido, cuando una pequeña hoja de papel cayó de entre las páginas. Fruncí el ceño y la recogí. Era una nota doblada con precisión, escrita en una caligrafía elegante, pero había algo extraño en su apariencia. Al desplegarla, el contenido hizo que un escalofrío recorriera mi espalda:
*"Tu boda es una farsa. Hay quienes juegan un juego más oscuro del que imaginas, y en él, tú eres solo una pieza. Ten cuidado en quién confías."*
Mi corazón comenzó a latir rápidamente, y por un momento sentí como si el aire se hubiera vuelto más denso, casi irrespirable. Mis manos temblaban mientras sostenía la nota, intentando comprender lo que acababa de leer. ¿Qué significaba? ¿A quién se refería? ¿Era posible que todo lo que había estado temiendo acerca de esta alianza tuviera fundamento?
Miré a mi alrededor, de repente sintiéndome observada, aunque la biblioteca parecía vacía. La sensación de que alguien estaba detrás de todo esto, orquestando algo en las sombras, me provocaba un miedo que no podía controlar. Me levanté de mi asiento bruscamente, sintiendo que las paredes del lugar se cerraban sobre mí. El eco de mis pasos resonaba en la sala, pero no me atreví a mirar atrás.
Me dirigí a la salida, intentando encontrar calma en mi respiración agitada. Mientras cruzaba el umbral de la puerta, una voz me sobresaltó.
—¿Su alteza? —La voz era baja, pero inconfundible.
Me giré, casi tropezando con la silla más cercana. Nikolai estaba allí, en la entrada de la biblioteca, mirándome con curiosidad. Su figura se recortaba contra la penumbra del pasillo, y sus ojos azules parecían más oscuros, como si supieran algo que yo no.
—¿Todo bien? —preguntó, acercándose lentamente.
—S-Sí, solo... solo estaba leyendo —dije, intentando sonar tranquila, pero mis manos aún temblaban, y no podía dejar de mirar de reojo la nota que había doblado rápidamente y guardado en el libro.
Nikolai alzó una ceja, claramente no convencido.
—Parece más inquieta que concentrada —comentó, su tono amable pero con un deje de suspicacia—. ¿Algo en particular la ha perturbado?
Me obligué a sonreír, intentando disimular el pánico que sentía.
—Solo los nervios por la boda —mentí, pero mi voz tembló al final, delatando mi ansiedad.
Nikolai me observó durante unos segundos, sus ojos recorriendo mi rostro como si intentara leer mis pensamientos. Finalmente, esbozó una sonrisa.
—Entiendo. Las bodas pueden ser… abrumadoras, especialmente cuando no todo es lo que parece.
Sus palabras, aunque aparentemente inocentes, resonaron en mi mente como un eco siniestro. ¿Sabía él algo sobre la nota? ¿Era posible que estuviera involucrado en ese "juego oscuro" del que hablaba el mensaje?
—Si necesita aire fresco —añadió, dando un paso hacia mí—, el jardín es un lugar tranquilo a esta hora. Podría acompañarla si lo desea.
La oferta, que en otro momento me habría parecido inofensiva, ahora me llenaba de desconfianza. Todo lo que había ocurrido en las últimas horas me hacía dudar de todos, incluso de aquellos que parecían ser mis aliados.
—Tal vez más tarde —respondí con una leve sonrisa forzada—. Necesito un momento a solas.
Nikolai asintió, pero en sus ojos pude ver algo que me inquietaba profundamente. Algo que me decía que no era la única que guardaba secretos en ese lugar.
ESTÁS LEYENDO
una desastrosa alianza matrimonial
Romanceesta novela ambientada en la época victoriana, nos presenta a lía, la hija de un rey, la cuál debe casarse con el principe de otro reino para formalizar una alianza a través del matrimonio. Aunque no todo será felicidad, porque detrás de esta maravi...