capitulo 1

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Pov Abril

Escuchó en cámara lenta lo que está diciendo mi padre y me cuesta procesarlo. Me cuesta aceptarlo. Esto no puede ser real, esto no es verdad.

Él jamás me haría algo así a mí, no a su hija más joven, no... A mí.

Miro a mi madre al otro lado de la habitación y ella tampoco dice mucho, solo mira el piso en silencio y permite que Abelardo Garza cierra mi destino a su antojo como si nada. No debería de sorprenderme, padre siempre se ha caracterizado por ser un hombre de mano dura y más cuando se trata de mí.

¿Por qué sería cuidadoso con su hija mejor, si antes de mí tiene tres más?

-Necesito que estés lo mejor presentable para mañana -continuó diciendo él-. Mañana vendrán a verte para cerrar el acuerdo.

Como si fuese mercancía, sí.

-Eres una chica obediente y sé que no darás problemas, Elizabeth -miró los papeles sobre su mesa-. Ya me harás sentir orgulloso de ti de alguna u otra manera.

Sus palabras son como una bofetada mental para mí. Sé qué padre jamás ha estado orgulloso de mi persona. sin embargo, no esperaba que me pidiera
mostrarle mi valía de esta manera.

-Padre, yo... -Tragué con fuerza, sintiéndome sofocada-. Quiero seguir tus órdenes, pero...

-No me digas ni un solo pero.

-Padre, por favor -miré a mi madre pidiendo apoyo. No lo hubo-. No puedo casarme con una mujer que no conozco.

Los ojos de mi padre, los cuales eran avellanas como los míos, me observaron con fría severidad y me estremecí en la silla frente a él.

-¿No puedes? ¿Segura de eso? -se puso de pie y me encogí más en mi lugar, casi esperando el golpe por venir-. Vuelve a decirme que no puedes seguir una orden mía y vas a tener reales problemas, Abril.

La ira, el miedo y el dolor se encendieron dentro de mi persona, pero no dije nada más. No si quería salir de aquella oficina oscura sin moratones en las mejillas.

-Ve a tu habitación y prepara todo para mañana. Vas a conocer a Samantha Rivera y actuarás como la mujer más feliz del mundo por tener un compromiso concertado con la dura de Mexico. ¿Entiendes?

Sentí mis ojos llenarse de lágrimas.

-¿Entendiste, Abril?

-Sí, padre.

-Largo de aquí.

Salí rápidamente de la habitación sin mirar a nadie más y no tardé ni un minuto en llegar a mi habitación para encerrarme en esta y comenzar a llorar desconsoladamente. Dolidamente.

Sabía que no era la favorita de mi padre, ni de cerca. Su amor real era por mi hermana mayor Alana. La cual tenía más libertad que cualquier otra, ya que en ese momento se encontraba viajando por todo el mundo y cumpliendo su sueño de ser bailarina de ballet.

Yo jamás tuve un sueño, padre los apagó todos, incluso el de en algún momento casarme y poder tener un amor lindo y real. Un amor lejos de las armas, la sangre y el miedo.

-Deja de llorar, Abril -escuché la voz de mi madre detrás de mí y sollocé con más fuerza-. No es tan malo como parece, mírame a mí, también tuve un matrimonio arreglado con tu padre y no me fue tan... Mal.

Eso no era real. Mi madre no era realmente una "mala" madre. Solo estaba lo suficientemente aterrada por papá como para alguna vez defenderme a mí de sus tratos. De sus desplantes.

-No quiero casarme.

-Ya tienes veinte años, Abril. ¿Qué esperas hacer entonces con tu vida?

No estaba segura, quizás poder viajar como mi hermana mayor o al menos lograr tener una vida un poco menos... Pesada, oscura.

black death (rivari g¡p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora