Un trato es un trato (AU Reverse falls)

alcohol

No pude ver a mis amigos... Aun así, pasé un buen día. Estuvimos intentando que las cosas no flotaran al momento de encender el portal. Lo calibramos y comenzamos a buscar cómo cambiar de dimensiones. Estaba diseñado para solo ir a mi dimensión de las pesadillas, así que era algo complejo.

Estuve la mayor parte del tiempo frente a un pizarrón con números y ecuaciones flotando a mi alrededor. En mi dimensión no necesitaba anotar todo; era mi pizarrón. Pero como Ford no podía, anotaba lo más importante y las variables; lo demás estaba a mi alrededor, siendo proyectados en el aire sin problemas.

Hacía mucho que no me sentía tan productivo y realmente lo necesitaba. Pasé el día entero y en algún momento escuchamos a Stanley gritando que ya se iba. Nosotros tomamos esto como señal para terminar, pues Sixter sabía que si se saltaba otra comida o no dormía adecuadamente, mañana sería regalado por su hermano y era capaz de obligarlo a no entrar al laboratorio por su salud.

Sixter estaba comiendo y yo fui a ver televisión cuando su gemelo llegó furioso con un paquete de latas en la mano. Tiró su chaqueta de cuero llena de horarios.

-¡Malditos hippies!, ¡maldita música new age!, ¡maldita guitarra! -murmuraba enojado, tirándose al sillón para comenzar a beber una lata de golpe, lanzándola a la pared para beberse otra. Se veía igual que Sixter anoche y eso no me gustó, así que fui corriendo con él.

Cuando volví con él, se le veía triste y decaído.

-Me botaron -dijo-. Eso es lo que pasa.

-¿Qué pasó? -pregunté.

-Estábamos bailando, todo normal, rock and roll, un poco de swing y rockabilly. ¿Quién interrumpe a rockabilly? -gritó enojado, volviendo a tirar la lata. Parecía que cada vez perdía más la consciencia.

-De pronto llegó un hippie y paró la música para tocar con su guitarra. La maldita me cambió por él en un segundo.... Creí que teníamos algo.

Habló triste, a lo que su hermano solo suspiró y lo apoyó, tomando una lata también.

-Bueno, no es la primera vez que pasará. Así será, hermano. No tenemos suerte con las mujeres. Siempre terminará así: dos solteros unidos como hermanos -comentó, chocando su lata con la de él en señal de apoyo a su dolor.

Stanley solo se rió y me volteó a ver.

-¿En serio?... Tú tienes al triángulo. ¿O crees que no vi esa marca en la mañana? Está atado a ti... A... Nosotros! -comentó ya ebrio.

Esta vez sí entendí perfectamente y solo tapé mi cuello al recordar el mordisco. ¿Acaba de decir que soy la pareja de Ford?

Sus manos estrujando mis brazos me sacaron de mis pensamientos. Stan estaba abrazándome y olía a alcohol; no me gustaba.

-Oye, cerebrito, ¿te importa si yo también lo uso? No me van los chicos. Pero ya que estamos- dijo riendo y pegándome más a él aunque no quisiera. Si Sixter me dejara, ya hubiera triturado sus huesos. Quiero quitármelo de encima; no me gusta esto.

Por más que forcejeaba, no me lo podía quitar y comenzaba a tocarme igual que Ford anoche, incluso más brusco y sin parar, hasta que Ford lo golpeó y me apartó de él. Yo simplemente me puse detrás de él antes de que me gritara que fuera a su habitación y me encerrara allí.

Obviamente, hice caso, ignorando la pelea y gritos de parte de ambos. Me quedé en la cama mirando atento por si alguien venía.

Los gritos pararon y tiempo después se cambiaron por risas y calma así qué baje mi guardia y dormí, supuse que arreglaron las cosas se pusieron a beber juntos.
Hasta que fui despertando por un peso encima mío y un fuerte olor a alcohol. De nuevo sentía manos recorrerme y al abrir los ojos quedé impactado...

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