Destinos Cruzados (BELLAMIONE)

Capitulo 26: Familia

La madre de Hermione, siempre hospitalaria y cálida, recibió a Bella con los brazos abiertos, como si fuera una más de la familia. Con una sonrisa, la condujo por la casa, mostrándole cada rincón hasta que llegaron a una habitación de invitados.

—Aquí podrás descansar, querida. Sé que deben estar agotadas después del viaje —dijo la madre de Hermione con entusiasmo—. Es un cuarto muy acogedor, te sentirás como en casa.

Hermione, que había estado caminando justo detrás de ellas, frunció el ceño al escuchar eso. Aunque no dijo nada, claramente esperaba que Bella durmiera con ella. Se mordió el labio, intentando ocultar su frustración.

—Gracias, señora Granger, es muy bonito —respondió Bella, sintiéndose un poco fuera de lugar pero agradecida por la amabilidad.

—Oh, por favor, llámame Jean. Somos una familia ahora —añadió la madre de Hermione, sonriendo con calidez, haciendo sonrojar a Bellatrix.

Más tarde, mientras terminaban de desempacar y organizarse, Jean no dejó que Bella tuviera un solo momento de descanso.

—Bella, pensé que podíamos salir un poco por la tarde —dijo Jean con entusiasmo—. Quiero llevarte a cenar a uno de mis restaurantes favoritos aquí en Londres, y después de eso, podríamos hacer algunas compras. Estoy segura de que te vendrá bien algo de ropa nueva, ¿no crees? todas necesitamos siempre algo nuevo en nuestro guardarropas. 

Bella sonrió tímidamente, algo abrumada por la energía de Jean, pero aceptó.

—Claro, suena bien —respondió.

Hermione, que escuchaba la conversación, suspiró. Tenía otros planes en mente, pero su madre estaba claramente entusiasmada. Sin embargo, había algo más que las ocupaba a ella y a su padre.

—Mamá..., papá y yo tenemos que preparar algunas cosas para el viaje. Vamos a estar un poco ocupados, pero... —dijo Hermione, intentando buscar una salida—. Tal vez Bella quiera descansar antes.

Jean negó con la cabeza y, con una risa, se giró hacia Bella.

—Oh, no te preocupes por eso, querida. Hermione y su padre pueden manejar todo. Tú y yo vamos a disfrutar de una tarde juntas. Después de todo, tienes que conocer un poco de la ciudad antes de partir.

Bella intercambió una mirada rápida con Hermione, quien se encogió de hombros resignada. No quería contrariar a su madre, pero tampoco le gustaba la idea de pasar tanto tiempo separada de Bella.

—Está bien, mamá. Pero no la agotes demasiado, ¿sí? —dijo Hermione con una sonrisa ligera.

Jean asintió, tomando a Bella del brazo con cariño.

—No te preocupes, será una tarde divertida y tranquila —respondió, guiñando un ojo a su hija mientras conducía a Bella hacia la puerta.

Hermione, viendo cómo su madre se llevaba a Bella, suspiró de nuevo. Sabía que su madre solo quería ser amable, pero no podía evitar sentir un poco de celos. Mientras tanto, tenía que unirse a su padre para preparar los últimos detalles del viaje.

Antes de que Bella desapareciera por completo por la puerta, Hermione se acercó a ella y le susurró al oído:

—Te extrañaré... trata de volver pronto.

Bella sonrió y le dio un beso rápido en la mejilla antes de salir.

—No te preocupes. No te escaparás de mí tan fácilmente.

Hermione y su padre se prepararon rápidamente y se dirigieron a las oficinas de la empresa. Jean, por su parte, dejó que Bella se recostara un rato antes de llevarla consigo de compras y a cenar.