Capitulo 34: El Despido

60 9 0
                                    

Una vez más, Bellatrix había comprobado que dormir en los brazos de Hermione era el mejor tranquilizante del mundo. Aunque sus pesadillas habían disminuido, el regreso al pueblo había revivido algunos de sus peores momentos, ahora con la imagen de Hermione siendo testigo de los maltratos que ella había sufrido de Rodolfo y Rabastan. Ver a Reginald también había desencadenado nuevas pesadillas, pero estar con Hermione la hacía sentir segura.

Al despertar, Bella sintió un peso en los pies y sonrió al ver que era Harry, acurrucado entre ambas en la cama. Giró la cabeza y observó a Hermione profundamente dormida, con un brazo y una pierna sobre ella. Sonrió al ver lo adorable que se veía y se esforzó por levantarse sin despertarlos. Sin embargo, Harry levantó la cabeza y Hermione gruñó suavemente antes de darse la vuelta en la cama para seguir durmiendo. Bella aprovechó para ir al baño con cuidado,  cuando regreso del baño ya Harry no estaba en la cama y Hermione se había apropiado de su almohada y la abrazada como que no había mañana,   se dirigió a la cocina para preparar el desayuno, el primero en aquel elegante penthouse.

La cafetera enorme resultó un desafío, pero Bella finalmente logró hacerla funcionar. Mientras tanto, preparó tostadas con mermelada de fresa y mantequilla de maní, junto con una cesta de tocineta para añadir proteínas al desayuno. Estaba terminando de cocinar cuando sintió unos brazos rodeando su cintura y un suave beso en el cuello que le hizo estremecerse de manera agradable.

"Buenos días, cariño", susurró Bella suavemente, a lo que Hermione solo respondió con un gemido, mientras continuaba dando besos suaves y húmedos en el cuello de Bella. Esta se volteó y le devolvió los besos en los labios.

"Muy buenos días, amor", respondió Hermione cuando se separaron. "¿Has dormido bien?"

"Perfectamente, cariño", respondió Bella. "Vamos a desayunar. ¿Tienes que ir a la oficina, verdad?"

Hermione frunció el ceño ligeramente. "Sí, debo ir, aunque quisiera quedarme contigo todo el día y mostrarte mis sitios favoritos de la ciudad."

"Tranquila, cariño, ya tendremos tiempo. Además, tengo un compromiso con una hermosa dama", dijo Bella con una sonrisa.

Hermione frunció el ceño intrigada. "¿Con quién? ¿Alguna antigua amiga?"

Bella sonrió ampliamente. "Con tu madre, Paloma. Quedó de venir por mí a las 10 para llevarme a no sé dónde."

Hermione sonrió. "Lamento que mamá te moleste tanto, amor."

"No es molestia, paloma. Es bonito tener a alguien que quiera cuidarte y consentirte como una madre", respondió Bella, y Hermione notó una melancolía en sus ojos, tal vez recordando que ella no tenía a sus padres.

Después de un desayuno animado y lleno de cariño, Hermione se preparó para ir a la empresa. Aunque quería quedarse con Bella, sabía que tenía asuntos importantes que atender, especialmente con la llamada de los abogados informando que todo estaba listo para sacar a Reginald de la empresa.

Mientras tanto, Bella disfrutaba de un paseo por Londres con Jane, la madre de Hermione. Caminaron por las calles, visitaron algunos lugares icónicos y compartieron historias. Jane hizo todo lo posible por hacer sentir a Bella parte de la familia, algo que Bella apreciaba profundamente.

La jornada transcurrió entre momentos emocionales y nuevas experiencias para Bella en su nuevo entorno. Mientras tanto, Hermione enfrentaba desafíos en la empresa, decidida a resolver cualquier obstáculo que se presentara para asegurar el bienestar de su familia y de Bella.

Hermione llegó a la imponente torre de la Corporación Granger, directa y decidida, sabiendo que el día sería crucial para el futuro de la empresa familiar. Entró en la oficina de su padre, Richard, quien ya había organizado una reunión privada con los accionistas más leales. Sabía que necesitarían su apoyo para destituir a Reginald y Carrow, dos de los ejecutivos que habían estado involucrados en fraudes financieros y lavado de dinero.

Destinos Cruzados  (BELLAMIONE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora