Capitulo 1

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Parte I

Era viernes al fin, Hayden se encontraba en el gimnasio del colegio, calentando para ponerse a trotar como el profesor lo ordenaba. Mientras que Nathan la miraba desde las gradas junto a Tom y Siva.
El solo verla con el short y las piernas descubiertas, tocarse la punta de los pies con la mano dejando el trasero en alto lo ponía como una roca.
-Que buena idea la de poner a las porristas a la misma hora de la clase de atletismo –comento Siva.
El gimnasio se había dividido en dos partes, una para que las porristas practicaran y las que no pertenecían al equipo estaban al otro lado, haciendo la clase.
A Nathan le hubiese encantando ver a su mejor amiga vistiendo un diminuto traje rojo, pero no.

Hayden prefería hacer la clase antes que estar entre las porristas. Por un momento había pensado en aceptar la oferta de Tiffany de pertenecer al equipo, no por querer ser popular si no que tal vez por estar allí, vistiendo la camiseta que dejaba al descubierto todo su vientre y la corta falda que alcanzaba a tapar parte de sus muslos, él la desearía cada vez más.

Nadie nunca se habría imaginado que Hayden, la alumna ejemplar, fuera una fiera a la hora de estar en la cama.

Nathan dejo de ver por un segundo a su amiga para centrarse en las rubias de la pirámide. Todas con las piernas desnudas y algunas con la camiseta con más escote que otras.
- Traigan un balde de agua fría para Nathan –dijo Tom.
- No soy el único que lo necesita –apunto a Siva, que estaba embobado viendo a las rubias.
- Ya lo creo –Tom agito su mano por el rostro de Siva, pero aun así no respondió.
- Iré a saludar a Irina.
- Ve.

Nathan se levanto de la banca, bajo hasta la cancha y saludo a Irina con un beso cerca de los labios. Hayden lo había visto y su corazón pareció romperse en miles de pedacitos. Ella sabía que a Irina le gustaba Nathan y aunque nunca habían tenido nada, de todos modos le causaba celos. Se sentó en el suelo y observo detenidamente a la chica, analizando que tenia Iriana que no tuviera ella.
Tres cosas habían encabezado la lista...
Uno: tiene mucho más cuerpo que yo.
Dos: tiene mucha más actitud que yo.
Y finalmente.
Tres: es simplemente perfecta... para Nathan.

Contuvo las ganas de llorar y de reventarla a patadas. Se levanto del suelo y camino a los vestidores en busca de su sudadera.
- ¡Hayden! –la llamaron.
- Hola Nathan –lo saludo con un beso en la mejilla.
- ¿A donde ibas? –camino con ella hasta llegar a la puerta de los vestidores.
- Venia a buscar mi sudadera, tengo frio.
Nathan le sonrió pícaro, la metió adentro y la acorraló contra la puerta.
- Se como quitarte el frio sin necesidad de una prenda -le susurro al oído y lamió el lóbulo de la oreja.
- Nathan... aquí no.
- No aguanto más, no sabes cómo me pones cuando vistes con el short... –subió una pierna a su cadera y la acarició.
- Nathan es enserio, n-nos pueden descubrir –dijo apenas.
- ¿No era una de tus tantas fantasías sexuales hacerlo en la escuela?, se que no hay mucho tiempo, solo serán una tocadas y algo más—comenzó a besar su cuello.
- Lo se... pero...
- Pero nada –la callo con un beso.

Hayden ya no podía hacer más, los besos de Nathan la hacían caer fácilmente. Entre beso y beso fueron hasta la última ducha. Nathan nuevamente la acorraló contra el muro de la ducha y le saco la blusa. Paso sus brazos por su cintura y le acaricio la espalda haciendo que a Hayden se le pusiera la piel de gallina. Con su mano libre toco el abdomen de su amiga y bajo aun más hasta llegar a su humedad. Masajeo suavemente la zona haciendo que se estremeciera.

- Me encanta –dijo cerca de su oído.
- ¿Quieres más?
- Si...

Nathan introdujo un dedo y luego dos, Hayden gemía en su oído, lo que a Nathan lo excitaba aun más.

- Oh dios, no pares...
- ¿Te gusta amor?

Hayden solo respondió con un 'Ajá' y sonrió, amaba que la llamara "amor" aunque no fuesen más que amigos. Ella no podía más, él la iba a llevar a la locura.

Saco un seno del sujetador y se lo llevo a la boca mientras que aceleraba el ritmo de sus dedos. Miro a la chica, le encantaba la forma en que abría ligeramente los labios para dejar escapar suaves gemidos.

- Ah... me vengo...

Hayden abrazo fuertemente a Nathan y dio un grito, la había llevado al orgasmo.

- Te quiero.

- También yo, Nathan

La campana sonó y Hayden dio un brinco.

- Vete antes de que lleguen todas –dijo ella, desesperada.

- Si, ya me voy...

- Lamento no poder hacer nada por ti –le miro la entrepierna y sonrió.

- Me la debes, nos vemos afuera para ir a casa –la beso y se fue antes de que el vestidor se llenara.

Hayden se arreglo el sujetador y se puso su blusa. Camino al lavamanos, se mojo la cara y se hizo una cola en el cabello. Tomo su bolso y fue a la salida con la sudadera en la mano, sin duda Nathan le había quitado el frio.

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