Capitulo 17

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Eran las cuatro de la tarde y los chicos estaban en la playa, incluida Shanon.
¿Por qué estaba ella ahí? Pues Nathan la había invitado la noche anterior.
Por lo que le contaron Keks y Fernanda a Hayden, fue que Nathan le había dicho a su nueva novia que iba y volvía enseguida, pero nunca volvió. Kels había ido a revisar las habitaciones pero no lo encontró en ninguna, hasta que abrió la de las chicas y ahí estaba él con Hayden, Kels no había visto nada más que a ellos dos besarse como si el mundo se fuese a acabar. Por lo que mintió contándole a Shanon que no lo encontraba por ningún lado, ella solo asintió y dijo que volvería por la tarde a quedarse el resto de los días.
Hayden al enterarse se enfadó, pues no estaba en sus planes pasar sus días libres con el demonio en cuerpo de chica.
Y ahí estaban. Nathan y Shanon chapoteando divertidos en el agua, al igual que Fernanda y Siva.

- Hayden ¿no vienes? - pregunto Tom, quien iba de la mano con Kels.
- No - le sonrió.
- Vamos Hayden, no dejes que esa tipa te arruine el día - la animó la chica.
- Tal vez después.
- Ok.

Tom y Kels le sonrieron y se unieron al grupo.

- ¿Le tienes miedo al agua? - pregunto el rubio, sentándose al lado de Hayden

- Un poco.

No mintió. Por una parte no tenía ganas por lo de Shanon y otra porque de verdad no sabía nadar.  Hayden se sentía estúpida.

- Si quieres te puedo enseñar - le dijo con una sonrisa.
- No hace falta.
- Quieres quedarte aquí, todo el día sentada.
- No, no es eso...
- Entonces vamos - se levantó-. Arriba - le dijo dándole la mano para ayudarla a levantarse.
- Okay - le sonrió.

Hayden se sacó la ropa quedándose con el bikini. Se dio media vuelta para echarla al bolso que traía y de paso ver lo que hacía Nathan.
Se estaba besando con su novia, tal vez la escena más repugnante para Hayden.

- Listo - dijo Hayden.
- Vamos.

James la tomo de la mano y la llevo al agua. Hayden sintió un escalofrió al tocar la arena mojada.

- ¡Esta muy fría!

El rubio no le dijo nada, solo le dio la espalda para que se subiera en ella. Así lo hizo, con una sonrisa de oreja a oreja.

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