- ¿Estás seguro de lo que vas a hacer? - pregunto Max una vez más.
- Claro que sí, si no lo estuviera no lo haría, idiota.
Nathan sonrió y bajaron a cenar con los demás. Durante la comida Nathan no podía dejar de mirarle las piernas a Hayden. Todas las chicas andaban en pijama pero el solo la miraba a ella. Nuevamente llevaba una camiseta que apenas la cubría. Estaba jugando con él, pero esta vez ella iba a perder en su propio juego.
Cuando terminaron de comer se levantaron de la mesa y cada uno se fue a su habitación, excepto Hayden quien paso al baño primero.
Nathan se quedó en la puerta de su habitación esperando por ella. Cuando sintió los pasos abrió la puerta un poco más y la vio. Cuando iba a entrar al cuarto, Nathan la tomo del brazo y la jalo dentro.
- ¡Me asustaste!
- Lo siento - él rio.
- ¿Qué quieres?
- Nada... Jugar un rato.
Con un movimiento brusco la acerco a él. Casi chocando sus labios. Bajo sus manos hasta sus muslos.
- ¿Has tomado algo? - Hayden rio - Estas loco.
Intento salir de su agarre pero obviamente él era mucho más fuerte que ella.
- ¿Esto es lo que querías? ¿Ponerme caliente acaso? - Nathan le sonrió de lado.
Hayden sintió morirse.
Su voz, ronca y sexy. Si no era porque la tenía agarrada ya hubiera caído al piso. Ella dirigió su mirada a los labios del chico y hablo.
- Era solo un juego...
- Pues déjame decirte bonita, que ahora es mi turno.
Y antes de que Hayden pudiera decir algo, ya se encontraban los dos tirados en la cama. Ella sin la camiseta y solo en bragas y Nathan solo en boxer's.
Él la besaba como si el mundo fuese a acabarse y le mordía el labio con suavidad. Luego, bajo su mano hasta el clítoris de la chica y allí la acaricio en forma circular. Hayden se movía inquieta bajo el cuerpo de Nathan.
Él pensó un rato y llego a la conclusión de que lo que estaba haciendo era casi una violación. Pues Hayden nunca le había dicho que sí.
Acerco su boca al oído de ella y hablo.
- Haydden...
- ¿Mmh?
- Dime que pare si así lo quieres -le susurro- Porque te juro que si no lo haces ahora luego no me detendré aunque me ruegues.
A la mierda el juego. Pensó.
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Amigos con derechos
Teen FictionEntre Hayden y Nathan había dos simples reglas. 1. Hay que tomar esto solo como un juego. 2. Prohibido involucrar sentimientos. NOVELA ADOPTADA