- No la iré a dejar todavía.
- ¿Qué?
- Eso, no la quiero ir a dejar.
- ¡Pero se tiene que ir! ¿Qué hay de la cita que acordamos?
- La dejaremos para más tarde, Caroline - dije frotándome los ojos.
- ¡Agh!
Cuando se fue mire a mi costado, no me había dado cuenta que Sophie ya estaba despierta. La vestí con la misma ropa del día anterior. La baje de la cama y deje que jugara mientras yo iba a bañarme.
Estaba poniéndome los zapatos cuando sentí caer algo al suelo y a Caroline gritando.
Salí de la habitación y fui al living.
En el suelo, los restos del jarrón de Caroline estaban esparcidos. Caroline regañando a Sophie y ella estaba a punto de echarse a llorar.
- ¿Qué paso?
- ¡Lo ha tirado al suelo! ¡Llévatela!
- Lo ha hecho sin intención - dije sentándome y poniendo a Sophie sobre mis piernas.
- Claro, como no.
- ¿Con qué intención lo tiraría Caroline?
- Pues no lo sé.
- Ves, si no sabes no hables. ¿Te paso algo princesa? - le pregunte a Sophie mientras la examinaba para ver si tenía algún corte.
Ella negó con la cabeza y me miro con pena.
Tenía los ojos un poco más oscuros de lo normal y aguados. Sabía que quería llorar, pero no lo hacía. Hayden siempre era así de pequeña, no lloraba frente a su madre ni a su padre, excepto por sus pesadillas y el miedo que algo le saliera del armario.
- ¿Qué no me estas escuchando? ¡Qué te la lleves!
- Esta también es mi casa, puedo tener aquí a quien se me da la gana.
- También pago la renta, así que tengo derecho a exigirte un par de cosas. Ahora llévatela, no la quiero aquí, ¿Qué pasa si rompe algo más? No, no. Hayden tendrá que pagarme el jarrón.
- ¿Te has vuelto loca?, Hayden no tuvo la culpa, no tiene por qué pagarlo. Fue un accidente, los accidentes pasan - dije levantándome del sillón.
Descolgué mi chaqueta y me la puse, afuera seguía haciendo frio. Tome las llaves del auto y a Sophie.
- ¿A dónde vas?
- No te importa.
Salí del edificio y me monte en el auto. Puse a Sophie en el asiento de copiloto y le puse el cinturón para afirmarla bien.
- Quieta ¿Si? -le sonreí.
- Si -me sonrió.
- Buena niña.
Encendí el motor y arranque. Estacione en un lugar vacío en el centro comercial. Me baje junto a Sophie y entramos.
- ¿Quieres que te baje? - le pregunte mientras caminábamos.
- Nop - dijo a la vez que movía la cabeza de lado a lado.
- Okey -sonreí.
Seguimos caminando, Sophie me había pedido galletas, dulces y esas cosas.
En el centro comercial había una tienda de la marca "Barbie", nunca me gusto, siempre había niñas gritonas, colgándose de los pies de sus padres o haciendo pataleta para que les compraran una. Y también porque ahí había una tienda de autos de juguete y cuando era niño la reemplazaron.
Sophie se quedo mirando adentro. Le sonreí y la puse en el piso.
- Ve adentro -le di un empujoncito para que caminara, pero no hizo caso -. Anda, yo te sigo -le sonreí.
Esta vez corrió adentro de la tienda. Pase por el lado de una niña que le rogaba a su padre que le comprara una.
-¿Por qué él le compra una a su hija y tú no a mi? ¡Vamos cómpramela!
- Por qué no, andando-. Dijo ese hombre a su hija, que le reclamaba.
El hombre la tomo de la mano y se la llevo arrastrando, mientras yo reía. Entre y no había ni un hombre, estaba lleno de mujeres, las cuales me miraban raro.
- ¿Sophie?, ¿Sophie?... ¿¡Sophie!?... Se me perdió -susurre y comencé a caminar por los pasillos.
No la encontraba por ninguna parte.
Me asustaba la idea de que alguien se la haya llevado o que se haya ido a otro lugar.
Seguí buscándola pero no aparecía.
Mierda, Hayden va a matarme. Pensé
Ya no me quedaban uñas para morder, estaba nervioso...
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Amigos con derechos
Teen FictionEntre Hayden y Nathan había dos simples reglas. 1. Hay que tomar esto solo como un juego. 2. Prohibido involucrar sentimientos. NOVELA ADOPTADA