Capitulo 11

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Hayden había ignorado los primeros dos toques del timbre, pero ya harta bajo a abrir.

- A quien se le ocurre venir a esta hora -dijo Hayden, bajando el último escalón-. ¿Qué demonios quiere...?

Su expresión cambió totalmente al ver a Nathan detrás de la puerta.

- ¿Qué haces aquí?
- Yo solo quería ammm... - Nathan levanto sus manos, en las que traía palomitas, unas bebidas y una películas.
- Y además...
- ¿Por qué debería existir algo más?
- Te conozco. No has venido solo para disculparte.
- Olvide las llaves de mi casa -dijo bajando la cabeza-. Pero no creas que vine aquí por eso,Hayden. Vine para pedirte disculpas.
- Pasa.
- Eres la mejor - le dijo dando saltitos como una niña pequeña-. Enserio - se acercó a besarle la mejilla pero ella lo detuvo.
- No te he dicho que te he perdonado -dijo mientras subía las escaleras a su habitación, seguida por Nathan-. Ya sabes dónde está el saco de dormir y las colchas, buenas noches.

Hayden se metió bajo las sabanas y cerró los ojos. "Dios, perdóname por ser tan mala..." se decía a sí misma. Se sentía mal tratándolo así, ella lo amaba, pero se lo merecía.

Hayden sintió los labios de Nathan presionar contra su mejilla y su mano acariciarle el cabello. Ese había sido un acto demasiado tierno por parte de él. Tanto que si ella no estuviese tan enojada era capaz de comérselo a besos.

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