Capitulo 25

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Nathan

¡Joder! Como me gustaba que dijera mi nombre, más aun que lo gritara cuando me la follaba.
Sabía que estaba mal lo que hacía, mi madre me había enseñado a respetar a cada mujer, en especial si era mi novia, hablando por Shanon. Yo la quería, sí. Pero me era imposible resistirme a mi mejor amiga.
Senté a Hayden en el mesón, la luz estaba apagada por lo que di más de un tropezón, lo que la hizo reír. Reí con ella, su risa era contagiosa.

- No te reirías si te hubiera tirado.
- Agh, te golpearía si lo hicieras -me beso.

Le seguí el beso mientras le acariciaba las piernas, las tenía suaves, como siempre. Le quite la blusa y el short que traía dejándola en ropa interior. Comencé a besarla de nuevo, pero esta vez me detuvo.

- ¿Qué pasa?
- Estamos en la cocina, alguien puede venir.
- No pasa nada, cariño - me acerque de nuevo para besarla.
- Nathan, va a venir alguien - dijo tomando su blusa, para volvérsela a poner.

No me podía dejar así.
Pero si no era ahí ¿¡En dónde más!? Claro.

- Ven - le tomé la mano.
- ¿Adónde vamos? - preguntó tomando su ropa.
- Solo hazme el favor de ir quitándote el resto de la ropa, porque no va a servir.
- Es injusto, ¿por qué yo estoy así y tú todavía vestido?

Tenía razón.
Le sonreí y me saque la camiseta.
Se mordió el labio y me sonrió.
Abrí la puerta que estaba frente al baño, en el pasillo, y la hice bajar.

- El sótano.... - dijo Hayden mirando el lugar-. No sabía que había uno - se sentó en el sillón.
- No cambies de tema, que no estamos aquí precisamente para hablar sobre eso - fui hacia el sillón y me subí sobre ella, apoyando mi brazo en el del sillón para no cargar peso doble. Le quite la ropa interior, ahora sí, completamente desnuda.

Aunque todavía tenía cuerpo de niña. Lo que más de una vez me hizo sentir como un robacunas. No por su edad, si no que por su aspecto físico, seguía pensando que todo en ella era perfecto.
Me desabrocho el cinturón y de un tirón ya mis pantalones estaban abajo. Cambio de posición dejándome por debajo de ella. Se sentó en mi abdomen y me beso. La sentí húmeda, cada vez más, mientras se movía sobre mí.

Hayden

Hayden bajo más y retiró los boxers de Nathan. Tomo el miembro en sus manos y lo sintió duro, y como si se tratase de una paleta se lo hecho a la boca y lo lamio.

- Hayden, sigue así... – gimió él con los ojos cerrados.

Nathan estiró un brazo y le acarició el cabello. Ya habían pasado unos minutos, cuando Nathan la aparto de ahí y la volvió a recostar en el sillón.

- Abre las piernas - le pidió.

Así lo hizo, poniendo una en el hombro de él. Nathan se inclino y paso su lengua por los muslos de Hayden y luego por su zona, dejándole escapar varios gemidos. Hayden apretó la cabeza de Nathan contra ella para que no se detuviera. Mientras que él la sentía correrse en su boca.
Se levantó y observó a Hayden, que todavía respiraba con dificultad. Sonrió para sí mismo y le beso uno de sus senos y el otro lo acariciaba.

- Te voy a follar, amor. Te voy a follar fuerte y duro como la última vez -le susurro al oído.

La voz ronca de Nathan provoco que ella se estremeciera y se mojara aún más, como si fuese posible.
Esta vez no fue delicado. Después de haberse puesto el preservativo entró de golpe y con fuerza. Hayden creyó morirse en ese instante, le había encantado.
Los movimientos eran cada vez más rápidos y más duros, y los gemidos de Hayden eran mucho más altos.

- No pares...
- No lo voy a hacer. - la beso.

Hayden gritó al correrse, mientras Nathan no paraba de moverse dentro de ella. Él también estaba por hacerlo. Hundió su rostro en el cuello de Hayden y lo succiono fuerte, tratando de ahogar sus gemidos.

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