Capitulo 34

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Antes de que salieran Nathan la beso.
Hayden estiro el brazo para alcanzar la toalla y ponérsela enrollada en el cuerpo. Salió ella primero y luego Nathan.

- Es tarde, ya debes irte.
- No me puedo ir así –dijo mientras se terminaba de poner la toalla en la cintura.
-La vez que te quedaste con Sophie dejaste una camiseta aquí, está abajo, ahora te la traigo.
- ¿Y ropa interior?
- Se hombre, vete así, vas en el auto Nathan - Hayden rio.

Ella se puso la pijama y bajo a buscar la camiseta y volvió a subir sin hacer ruido pues su madre dormía.

- Listo, toma – dijo pasándole la camiseta blanca.

Hayden se tiró en la cama y tomo su celular.

- No veas.
- No hay nada ahí que no conozca.

Nathan se sonrojó y terminó de ponerse la ropa.

- Mañana la vendré a buscar en la noche.
- Mañana es domingo, el lunes hay que ir a la escuela.
- Pido permiso para salir temprano.
- ¿Quién se quedara con ella?
- Mamá, quiere verla.
- Está bien –sonrió.

Nathan se acercó a la cuna y le acaricio la mejilla a la pequeña. Sonrió, se acercó a Hayden, le robo un beso y le susurro un adiós. Salió por la puerta dejando a Hayden atontada y sonriendo de oreja a oreja.

Al día siguiente Hayden se levantó enojada. Sophie había despertado a media noche llorando y no la había dejado dormir. Miro por la ventana y estaba nublado, se vistió y tomo en brazos a la bebé. La dejo sentada en la cama y fue a buscar ropa para ella.

- Quédate quieta Sophie.

Hizo caso y se quedó quietecita mientras Hayden le escogía ropa. Cerró el closet con la ropa en mano y se acercó a ella para vestirla.
Sophie la miraba a los ojos mientras terminaba de ponerle un gorro de algodón blanco. Hayden tomo una manta y la tapo mientras la sostenía y bajo al primer piso. Paso por la cocina y saludo a Claire, quien tomaba desayuno, ella le ofreció, pero Hayden no quiso y se fue al living.
Se sentó en el sillón y prendió la televisión. Mientras que Sophie tomaba pecho, Hayden cambiaba de canal. Paso por donde estaban Barney, y Sophie la soltó de inmediato para ver que sucedía.

- ¿Por qué les llama la atención un dinosaurio gay? - Hayden rio.
- ¿A qué hora se fue Nathan ayer? – apareció su madre.
- Huum, algo tarde – dijo nerviosa, rogando porque su madre no se haya dado cuenta de lo que hacían en el baño de la habitación.
- ¿Qué hacían?
- Nada, él cuido de ella mientras estaba estudiando, tú lo viste...
- ¿Y luego?
- Agh, mamá subimos, él la cuido mientras me bañaba.
- ¿Y nada de... ya sabes?
- ¡Mamá! - Hayden abrió los ojos.
- Hayden somos amigas, puedes decírmelo.
- Mamá, no somos amigas, somos madre e hija...
- En mis tiempos las hijas le contaban todo a sus madres, esos eran tiempos había más confianza, ahora no, todo se cuenta a las amigas del colegio...
- Mamá, esos tiempos ya pasaron estamos en el siglo veintiuno actualízate. Hablar con amigas es más fácil, las madres utilizan palabras que no existen en nuestro vocabulario - Hayden rio.
- No quiero imaginarme las palabrotas que usas Hayden -rio.
- Si, no quieres oírlas – arrugo la nariz.

Claire desapareció de ahí riendo, mientras Hayden seguía cambiando de canal en cuanto Sophie había vuelto a tomar leche.
Eran alrededor de las cinco de la tarde cuando el timbre de la casa sonó. Hayden dejo a la pequeña en la sillita encima del sillón y se levantó a abrir la puerta. Ahí se encontró con la cabellera rubia y esos ojazos.

- ¡James!

Ella se colgó del cuello y lo abrazo con fuerza.

- Hayden no respiro.
- Lo siento, pero te extrañe –sonrió.
- También yo, estas muy cambiada – dijo revolviéndole el cabello.
- Estoy igual que siempre.

Hayden vio a una chica aparecerse atrás de James, su cara le era conocida.

- ¿No me presentas? – dijo dándole un golpe en el brazo.
- ¡Para de golpearme, mujer! –rió y la abrazo por la cintura-. Hayden,Mary , Mary, Hayden.
- Hola - Hayden saludo tímida.
- ¡Hola! Soy Mary – la saludo con un beso en la mejilla-. ¿Eres la antigua novia de James? ¿Es normal que coma a cada hora? ¡¿Tú bebe?!  ¡¿Puedo verla?! –dijo sonriente.

Hayden rió.

- Soy Hayden, soy la antigua – volvió a reír-. Creo que es normal, mi bebé está adentro y si... puedes verla –sonrió.
- Si, también quiero verla –dijo James.

Hayden asintió y los hizo pasar, en cuanto Mary la vio corrió hacia ella y la tomo en brazos, mientras que Sophie la miraba un poco asustada pues no la conocía.

- ¡Que linda! Mira James –sonrió-. ¡Tengamos una!
- El perro es como un bebé, amor. Es lindo – le sonrió también.
- Para ti lo será, tú no tienes el patio de tu casa lleno de sus desechos.

Hayden rio fuertemente y se acercó a ella junto con James.

- Se parece a Nathan – dijo el rubio.

Estaba en lo correcto, tenía los mismos ojos, los mismos labios y Hayden podría creer que se le formaban hoyuelos cuando sonreía.

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