Capitulo 35

20.5K 741 38
                                    

Hayden
Estaba preocupada, no vi a Nathan en el primer receso y eso me tenía nerviosa. ¿Qué tal si le había pasado algo a Sophie?. Quería irme.

Nathan
Sophie despertó a Nathan temprano, golpeándole la cara y subiéndose arriba de él.
- Quieta, es muy temprano - dijo ahogando la cara en la almohada, pero Sophie insistió jalándole el cabello.
Nathan exasperado le quito la mano y se sentó con ella en sus piernas. Jugó con ella un rato y luego la vistió, con un vestido en tonos verdes y rosas, por debajo el body y unos zapatitos pequeños. También se vistió él y bajó con ella a la cocina a calentarle uno de los biberones que le había entregado Hayden la noche anterior.
Cuando el microondas paro, Nathan saco el biberón.
- No quiero probarla -dijo haciendo una mueca de asco.
Se hecho en la mano y noto que no estaba muy caliente ni muy fría. Se lo acerco a la boca de la bebe y esta se la tomo con gusto.
Así se pasó la tarde con ella, entre juego y juego. Fueron las cuatro de la tarde, cuando ya Hayden tendría que haber salido del colegio, Nathan puso a Sophie en el cochecito y hecho el bolso con un biberón, una manta y un sweater.
Salió empujando el coche en dirección al parque que quedaba a unas calles de su casa. Cuando llegaron Nathan se sentó con ella en el balancín, mientras ella reía, él la observaba sonriente.
Era preciosa, quizá la niña más hermosa que había visto en su vida. Ahora Sophie se había convertido en lo más importante para él.
Cuando Sophie se aburrió del balancín, Nathan se sentó junto a ella en el pasto. Saco un juguete de goma y se lo entrego, mientras que él se echaba a la boca una paleta.
Bajo la mirada y vio como Sophie estiraba las manitas para que le dieran de la paleta.
No podía comer nada de eso, pero no le importó. Ahora que la tenía en sus brazos no podía decirle que no. Miro a todos lados, lo que le pareció una idiotez, pues nadie debería decirle nada, y le unto el dulce en los labios. Sonrió al ver como sacaba la lengua para probar el sabor del dulce y le volvía a pedir más.

- No más ¿Qué pasa si te hace mal? No, nada más - dijo Nathan volviendo a echárselo a la boca.
Sophie hizo puchero y comenzó a llorar.
- No llores, mi amor - Nathan le acaricio la mejilla.
- No deberías haberle dado de probar del dulce - dijo una voz detrás de ellos.
- ¿Disculpa?
- Ahora quiere más y no puedes dárselo - dijo ella, sentándose a su lado, mientras él la miraba confuso-. No puedo creer que no me recuerdes -rio.
- Pues sí, la verdad es que no me acuerdo...
- Soy Nataly -sonrió.

Nathan abrió los ojos como platos.
No podía creer que la bomba sexy que estaba frente a sus ojos había sido su compañera de clase en primer año. Habían sido muy amigos, pero se salio del colegio y no habían vuelto a saber más de ella.

- ¿Quién es ella? - pregunto la chica, señalando a Sophie, quien la miraba asustada.
- Es Sophie.
- ¿De quién es? - dijo acariciándole la mano a la bebé.
- Es... es mía -sonrió. Nataly sonrió de vuelta.
- Si, ya lo sabía, tu madre se encontró con la mía en el súper mercado y le conto -rio.
- Si, mi madre nunca cierra la boca.
- Oh, no te preocupes. Es muy linda.

Sin duda Nataly había cambiado.
Se sintió nervioso al estar al lado de ella y no sabía por qué..

Amigos con derechosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora