Capítulo 45

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Había faltado a la escuela.
Solo había ido a buscar mis papeles y también a despedirme de Fernanda y Siva.
James y Mary habían ido a mi casa, y de Kels ya no sabía nada más.
Mi madre me había dejado ir, ella había firmado todos los papeles que necesitaría. Como mi padre nunca estaba en casa me daba igual despedirme de él, sería casi lo mismo.
Mis maletas ya estaban hechas, Tom estaba afuera esperándome en su auto con el maletero abierto.

- ¡Apresúrate Hayden! ¿Qué traes? ¿Piedras acaso? – dijo tomando mis maletas.
- Soy una chica, mis maletas deben pesar –reí.

Tom rio conmigo y subió las maletas. Pare de reír cuando un auto estaciono detrás del de Tom.
Mierda.

- ¿Qué haces? – pregunto él cuándo estuvo frente a mí.
- Me voy.
- ¿A dónde?
- No te importa, Nathan.
- No te puedes ir, Hayden - oí como su voz se quebraba.
- Si puedo, necesito irme. Necesito estar lejos de ti un buen tiempo.
- Por favor – intento abrasarme, pero me aleje de él.
- No lo hagas más difícil cariño – le acaricie la mejilla-. Ya todo termino.

Nathan apretó los labios y se arregló los lentes.
Se acercó a Sophie, quien estaba en mis brazos y le dio un beso en la frente.

- La seguirás viendo, no te preocupes.
- Estarás lejos.
- Lo sé, pero para algo existe la webcam... -intente sonreír.

Nathan asintió no muy convencido, nos abrazo a las dos por última vez .
Tom se despidió de él con un apretón de manos y un abrazo. Le di un último abrazo a mi madre y subí al auto al igual que Tom.
Condujo hasta el aeropuerto y cuando llegamos dejo su auto en el área de embarque.
Nuestro vuelo no tardo en salir.
Cuando subimos y el avión comenzó a despegar me puse nerviosa.
Estaba dejando toda mi vida en Londres para irme a vivir a Nueva York y comenzar de cero.

- Hayden, sueltame, me duele... - se quejó Tom.

No me había dado cuenta, pero estaba enterrándole las uñas en el brazo.

- Lo siento, esto me pone nerviosa.
- Tranquila –rio.

Estuve más calmada, pero no del todo.

En el viaje me puse a pensar que. Aunque ya con Nathan todo había terminado, le seguía agradeciendo por todo. Él me había dado lo mejor de mi vida y ahora estaba conmigo en mis brazos. Sophie. También había estado conmigo cuando más lo necesitaba.
Pero ya no más.
Yo seguiría con mi vida y él con la suya. Ahora ya no me importaba nada sobre Nathan Sykes.
Aunque sé que lo extrañaría mucho...


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