Capítulo XXV

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Pasa la noche junto a mi.
Punto de vista de Briellene V. Lawson

Terminé de preparar la ensalada y me senté en la mesa, tratando de obligarme a comer aunque mi estómago estaba revuelto. Cada bocado sabía a nada. Me levanté y dejé el plato a un lado, incapaz de seguir con la fachada de normalidad. Mi cuerpo parecía en otra parte, inquieto, como si esperara algo más, como si necesitara algo que no podía encontrar en una simple comida.

De pronto, el teléfono vibró de nuevo. Miré la pantalla con el corazón en la garganta, esperando que fuera Harrison, esperando alguna reacción que me diera una razón para continuar esta absurda batalla entre nosotros. Pero no, era Lucas.

"¿Sigues despierta? Podemos salir de nuevo esta semana si gustas."

Leí el mensaje, sintiéndome culpable. Lucas no merecía esto. Él era dulce, atento, y ahí estaba yo, enredada en pensamientos sobre otro hombre. Respondí con algo rápido y cortés.

"Si me encantaria, Lucas. ."

Sentí que debía poner fin a esta noche, que lo mejor era alejarme del caos que mi mente había creado. Pero antes de poder apagar el teléfono, una notificación apareció. Era Harrison otra vez.

"Solo quería que supieras que también pienso que Lucas es un buen hombre y creo que mereces eso pero tambien más que solo alguien 'bueno', mereces alguien que te haga sentir viva."

Mi corazón se detuvo. ¿Qué significaba eso? Lo leí de nuevo, tratando de descifrar la intención detrás de sus palabras. "Alguien que te haga sentir viva." ¿Se refería a él? ¿O simplemente estaba jugando conmigo una vez más, dejando esas pequeñas migajas de provocación para mantenerme enredada?

La pregunta me quemaba por dentro, y sin pensarlo demasiado, escribí:

"¿Y qué es lo que tú piensas que me haría sentir viva, Harrison?"

Apreté "Enviar" antes de que pudiera detenerme. Sabía que estaba entrando en terreno peligroso, pero no podía evitarlo. Harrison tenía esa forma de arrastrarme a lo desconocido, de hacerme olvidar lo que realmente importaba. Y por mucho que lo odiara, una parte de mí seguía queriendo saber su respuesta.

Me quedé en silencio, el aire pesado a mi alrededor, esperando. El teléfono permaneció quieto, y la espera se hizo eterna.

Finalmente, vibró.

"¿Tú qué crees, Brie? Lo que sientes cuando estamos juntos... eso es lo que te hace sentir viva."

Sentí que el aire se me escapaba del pecho. Harrison había cruzado una línea, la misma línea que ambos habíamos estado evitando, fingiendo que no existía.

Me quedé mirando la pantalla, las palabras de Harrison como un eco resonando en mi mente. "Lo que sientes cuando estamos juntos... eso es lo que te hace sentir viva." Era lo que había temido. Esa tensión entre nosotros, la chispa que saltaba cada vez que nos veíamos. No podía negarlo más, y él tampoco.

Cerré los ojos, apoyando la cabeza en mis manos, intentando procesar lo que acababa de leer. Mi corazón latía con fuerza, mientras mi mente se debatía entre dos mundos: el de la lógica, donde Lucas representaba lo que debía querer, y el de las emociones, donde Harrison había encendido algo en mí que no sabía cómo apagar.

No debería haberle contestado. Sabía que era un juego peligroso, pero había algo en él que me arrastraba, como una fuerza imparable. Recordé las veces que habíamos estado cerca, la forma en que me miraba, como si pudiera ver más allá de lo que yo misma entendía. Pero también recordé el caos, la incertidumbre que siempre lo acompañaba, y cómo me había dejado confundida y rota tantas veces antes.

Sombras del Emporio HarrisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora