𝓒𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓣𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓒𝓲𝓷𝓬𝓸

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La decisión de divorciarse
finalmente de su esposa es aterradora, aunque sea la más obvia y simple. Carlos lo deja ahí por sólo alrededor de un día antes de darse cuenta de que en realidad tiene que hacer algo al respecto, ahora, por lo que establece un plan.

Sabe lo que tiene que hacer para comenzar su vida con Charles: dejar a su esposa, primero empezar y hablar con Sebastian, ya que él es la única persona en la vida de Charles que ha hecho cualquier esfuerzo para cuidar del adolescente, que no fuera Carlos.

Sin embargo, esas cosas parecen terriblemente significativas en este momento, y por un segundo  casi quiere cambiar de opinión.

Se golpea mentalmente,
llamándose a sí mismo cientos de sinónimos para idiota.

Mirando hacia atrás en los últimos meses, definitivamente puede decir que ha sido el peor tipo de cobarde. Nada más que un estúpido y maldito cobarde. Sin embargo, lo sabe ahora, y es que si el amor es una pelea entonces él va a morir con su corazón con el disparo de un arma. Haría eso por Charles. Haría cualquier cosa por Charles.

Ya no tiene miedo. No tiene miedo de nada ahora, no cuando Charles arde como un fuego dentro de él, recordándole que esto es lo correcto. El omega le ha dado a Carlos algo por lo que quiere luchar. Y lucharía por Charles, por el tiempo que se requiera, a la mierda las consecuencias.

En este momento, Carlos sabe lo que tiene que hacer, a quien tiene que acudir en busca de ayuda en esta situación. La única persona que podría ayudarlo a mantener a Charles seguro, que posiblemente podría ayudarle a cuidar de éste.

La única otra persona que ha estado cuidando del omega durante la corta vida del niño, ya sea que Charles lo creyera o no.

Charles puede pretender ser un adulto, y legalmente podría ser capaz de hacer ciertas cosas por su cuenta, pero Carlos es realista –él sabe que el castaño todavía tiene que dar sus A-levels, y tiene que ser aceptado en la nueva universidad al que vaya, Y tiene que tener dinero para continuar su educación. Carlos no puede, posiblemente, mantener a Charles y darle todo lo que necesita.

Pero Sebastian puede hacerlo.

Carlos ha escuchado el dicho 'Si vas a ir a la guerra, es mejor que sepas por qué estás luchando'.

El pequeño omega es todo para él. Todo. Y lo haría todo, cualquier cosa, para asegurarse de que Charles fuera cuidado, apreciado, feliz. Incluso si eso significaba dejar de lado su orgullo e ir a Sebastian para pedir su ayuda. Si eso significaba que su omega finalmente sería feliz, finalmente sabría cuánto lo amaba, entonces  pelearía esa batalla por él. Carlos sería el soldado en esa guerra.

Había luchado contra enemigos peores y había vivido para contar los cuentos. Sabe que Sebastian no aprobaría lo que iba a proponerle, de la dirección en que quería guiar la vida de Charles.

Sin embargo, a Carlos no le importa.

El español lucharía con todo lo que tenía por el menor, hasta que ganara la guerra por ellos.

Carlos tiraría todo lo que tiene por Charles, todo lo que es -su moral, su razón, su sentido, su vida, su matrimonio, su carrera. Ya no le importa. No le importa si no tiene nada de sí mismo al final, si no le queda nada para redimirse.

Charles es todo lo que necesita, el amor del ojiazul es la única redención que anhela.

Charles lo es todo.

Ha estado sobreviviendo a esta vida, se da cuenta. Simplemente sobreviviendo. Ha pasado todos sus años de esta manera, pero especialmente desde que había vuelto de la guerra.

Sólo sobrevivir, día a día. Sin embargo, desde que conoció a Charles, su vida ha sido mucho más que eso. Ha estado viviendo.
Y quiere seguir viviendo. Con Charles. Por el resto de su vida.
Así que se prepara para ir a la batalla con Sebastian.

𝓛𝓾𝓬𝓲𝓭 ||ᴄʜᴀʀʟᴏꜱ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora