10. Entre sombras y peligro

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La música retumbaba en el aire, impregnando el club de una energía salvaje y vibrante. El Joker había organizado una fiesta en su honor, una celebración de su nueva reina. Las luces estroboscópicas se movían al ritmo del caos, y el aire estaba cargado con el olor embriagador del alcohol, el sudor y las promesas de una noche fuera de control.

Katherine estaba en el centro de todo. Su vestido negro ajustado resaltaba cada curva de su cuerpo, su cabello brillaba bajo las luces, y sus ojos reflejaban la intensidad de todo lo que había vivido. Era una mujer diferente, más fuerte, más peligrosa. Sentía cómo la noche la envolvía, cómo los murmullos sobre ella se esparcían entre la multitud.

—Eres perfecta, muñeca —susurró el Joker a su lado, su voz rasgada y cargada de posesión. Él no solo estaba orgulloso, estaba encantado—. Mira todo lo que hemos creado. La ciudad es nuestra.

A su alrededor, los asistentes no paraban de mirarla, algunos con admiración, otros con envidia. Los rumores sobre cómo se había convertido en la nueva Harley Quinn comenzaban a extenderse como un veneno entre la multitud. Pero eso no le importaba. Ella no era Harley. Katherine era su propio ser. Y lo demostraría.

Una figura femenina emergió de la multitud, sus labios rojos curvados en una sonrisa calculadora. El cabello rubio enmarcaba su rostro, y sus ojos brillaban con algo más que simple curiosidad. Katherine la reconoció al instante. Era una de las tantas mujeres que, en algún momento, había sido un entretenimiento pasajero para el Joker. Tal vez, en otro tiempo, esta chica había disfrutado de su cercanía, de sus juegos retorcidos. Pero ahora, ella era solo una sombra en el pasado de él.

—Vaya, así que tú eres la nueva reina —dijo la chica, acercándose con una sonrisa que no alcanzaba sus ojos. Había una amargura oculta, un veneno que se filtraba en cada palabra—. La nueva... Harley.

Katherine no respondió de inmediato, su mirada fija en la de la otra mujer, como si estuviera evaluando a una presa. Podía sentir la tensión entre ellas, ese sutil juego de poder que se desarrollaba sin necesidad de más palabras. La otra mujer intentaba picarla, como una serpiente acechando su oportunidad para atacar.

—No soy Harley —respondió finalmente Katherine, su voz calmada, pero con una dureza que cortaba el aire—. Soy algo que nunca entenderías.

La sonrisa de la chica se mantuvo, aunque sus ojos se oscurecieron.

—¿Algo que nunca entendería? —rio suavemente, con un toque de incredulidad—. Oh, por favor, nena, estuve justo donde estás ahora. Y créeme, sé perfectamente lo que se siente ser el juguete favorito de él... hasta que se aburre.

Katherine no se inmutó, aunque las palabras estaban cargadas de intención. La otra mujer estaba dolida, todavía envenenada por haber sido reemplazada. Había estado cerca del Joker, había sido la que él elegía para sus juegos, para sus momentos de locura. Y ahora, no era más que un recuerdo difuso. Pero lo que esta chica no entendía es que Katherine había recorrido un camino mucho más oscuro, uno que la había transformado de una manera que ella jamás podría comprender.

—Tú estuviste ahí un rato, eso es cierto —dijo Katherine, dando un paso hacia ella, acortando la distancia con elegancia letal—. Pero no fuiste suficiente. ¿Te molesta eso? ¿Que, a pesar de todo, él nunca te eligiera como su reina?

La sonrisa de la otra mujer flaqueó por un segundo, pero se recuperó rápidamente. No iba a ceder tan fácilmente.

—¿Elegirme? Oh, cariño, todas somos elegidas... hasta que nos desechan. Lo que no entiendes, es que para él, eres solo un reemplazo de Harley. Todos lo saben. Solo es cuestión de tiempo antes de que te canse, igual que a todas nosotras.

Crowned in Madness | Joker +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora