Las sombras se cernían sobre Gotham mientras Selina se alejaba de la vida que había conocido. Había caminado por las calles que un día había considerado suyas, pero ahora se sentía como una extraña. La ciudad era un lugar donde había dejado su huella, pero en este momento solo quedaban ecos de su antigua gloria.
Las noches de adrenalina y emoción se habían convertido en pesadillas. El veneno que Katherine le había administrado había hecho estragos en su cuerpo, y aunque físicamente parecía estar recuperándose, su mente estaba atrapada en un torbellino de inseguridades. El dolor y la humillación habían dejado marcas profundas. Selina sentía que el aire era más pesado, más opresivo, como si la misma ciudad estuviera tratando de estrangularla.
Mientras tanto, en la lujosa penthouse del Joker, Katherine se había transformado. Se movía con una confianza casi sobrenatural, su sonrisa era brillante y peligrosa. Había abrazado su nuevo papel como la reina del caos, y se deleitaba en cada rumor que surgía sobre su relación con el Joker. Las calles murmuraban sobre sus juegos retorcidos, sobre cómo había despojado a Selina de su estatus y su espíritu.
Aquella noche, el Joker y Katherine celebraban su victoria. En una habitación iluminada tenuemente, la música vibrante se mezclaba con risas y susurros. Los hombres la miraban con admiración y deseo, mientras que las mujeres, atemorizadas, se mantenían a distancia. La presencia de Katherine era hipnótica. Su belleza era letal, un recordatorio de que, aunque la ciudad estaba llena de criminales, ella era la más formidable de todas.
—¿Lo ves? —dijo el Joker, acercándose a Katherine mientras observaba a la multitud—. Nadie se atreve a mirarte a los ojos. Te han tomado en serio.
Katherine sonrió, disfrutando del poder que emanaba de su ser.
—Selina nunca supo lo que era estar realmente en control —respondió, su tono era frío y distante. Había disfrutado de cada momento de la caída de Selina, cada gramo de su agonía. Pero había algo más en su voz, una satisfacción que iba más allá de la victoria.
El Joker la miró con orgullo. Sabía que su muñeca había superado todas sus expectativas. La historia de cómo había derrotado a Selina se había convertido en leyenda en los oscuros rincones de Gotham. Las palabras que se esparcían como el fuego arrasador contaban historias de una mujer despiadada que había hecho lo que ninguna otra se atrevió: destruir a la famosa Gatubela y, al mismo tiempo, apoderarse de su reino.
Katherine caminó hacia el centro de la habitación, atrayendo todas las miradas hacia ella. Se sintió como una diosa. Sabía que su dominio sobre la ciudad era indiscutible. En ese momento, un murmullo se desató cuando uno de los hombres en la habitación se atrevió a acercarse.
—¿Cuál es tu secreto, Katherine? —preguntó, su voz temblorosa. Los otros hombres contuvieron la respiración, sabiendo que la respuesta podría costarles caro.
Katherine sonrió con desprecio, disfrutando del miedo que emanaba de él.
—No hay secretos. Solo hay un juego que se juega mejor cuando se tiene el control —respondió, su mirada atravesando al hombre como una flecha.
Mientras tanto, los rumores comenzaron a correr por la ciudad. Selina había decidido abandonar Gotham. Se rumoreaba que se había ido para nunca volver, que su orgullo había sido destruido por la crueldad de Katherine y el control que el Joker había dejado en sus manos.
Aquella noticia se esparció rápidamente, y las calles se llenaron de murmullos sobre el destino de la antigua reina de los ladrones. Las mujeres comenzaron a mantener distancia, temerosas de ser el próximo objetivo de Katherine, mientras que los hombres la admiraban con fervor. La figura de Katherine se convirtió en un símbolo de poder, belleza y peligro.
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Crowned in Madness | Joker +18
FanfictionEn un Gotham sumido en la penumbra, donde la locura acecha en cada esquina y los sueños se desvanecen, Katherine es la neurocirujana más aclamada del país. Sin embargo, su vida, construida sobre cimientos de éxito y ambición, da un giro inesperado a...