11. Cazadora de Caos

5 0 0
                                    


La noche en Gotham se llenaba de vibrantes luces de neón y la adrenalina recorría las venas de Katherine mientras conducía el deportivo morado del Joker por las calles. El motor rugía con una potencia inigualable, como un rugido de desafío al caos que se cernía sobre la ciudad. Vestida con un provocador vestido dorado que abrazaba cada curva de su cuerpo, se sentía como una reina, una diosa del peligro que se atrevía a desafiar a la oscuridad. Cada giro y cada acelerón la hacían sentir más viva, más unida al Joker, a su mundo.

—¿No es hermoso, muñeca? —preguntó el Joker, recostado en el asiento del copiloto, con esa sonrisa torcida que la hacía estremecer. Sus ojos brillaban con locura y amor, un cóctel explosivo que la atraía sin remedio.

—Es perfecto —respondió Katherine, con una risa ligera que se perdió en el viento. —Me encanta sentir que estamos vivos, que somos invencibles.

—Eso es porque lo somos. —El Joker se acercó, sus dedos acariciando su pierna, dejando una estela de fuego a su paso. —Eres parte de mí, y juntos somos el caos en esta ciudad.

Cuando finalmente llegaron al lugar donde el Joker había organizado su último golpe, el ambiente se tornó eléctrico. La tensión estaba en el aire y los gritos de su gente llenaban el espacio. Pero para Katherine, todo parecía girar en torno a ellos, al fuego de sus deseos, a la locura que compartían.

Sin embargo, la serenidad del momento se rompió abruptamente con la llegada de Batman. Apareció en la penumbra, su figura imponente destacándose en la oscuridad, dispuesto a detener el reinado del caos que el Joker había creado.

—¡Joker! —gritó Batman, su voz resonando en la noche como un trueno. —¡Es hora de que pagues por lo que has hecho!

Katherine sintió un escalofrío recorrer su espalda. Se volvió hacia el Joker, quien la miraba con una mezcla de diversión y desafío.

—¿Te gustaría jugar, muñeca? —preguntó él, con su tono burlón, mientras se giraba hacia Batman, sus ojos brillando con una malicia indescriptible.

Sin esperar una respuesta, el Joker se lanzó hacia Batman, y la batalla comenzó. Puñetazos volaron, la danza del caos se desató en un escenario donde cada movimiento era un reflejo de su antagonismo. Katherine no podía quedarse atrás; el impulso de proteger lo que había construido junto al Joker la consumía.

El Joker lanzó un golpe que hizo tambalear a Batman, quien rápidamente se recuperó y contraatacó. La lucha se intensificó, y cada intercambio de golpes resonaba como un tambor de guerra. Katherine observaba, sintiendo el fuego de la pasión y la adrenalina arder en su interior, deseando unirse al combate.

—¿Así que esta es tu nueva muñeca? —preguntó Batman entre jadeos, lanzando un golpe directo al estómago del Joker. —Siempre supe que tenías mal gusto.

Katherine sintió que la ira y la protección la invadían al oír esas palabras. Sin pensarlo, se lanzó hacia Batman, utilizando la daga que había escondido en su muslo, intentando desviar su atención.

—¡No hables de ella así! —gritó, al mismo tiempo que aprovechaba la distracción para contraatacar con una serie de golpes.

El enfrentamiento se tornó más intenso, y mientras Batman luchaba contra ambos, se dio cuenta de que la situación era insostenible. Se encontraba superado en número, el caos creado por el Joker y la ferocidad de Katherine lo empujaban hacia el límite. Cada golpe que lanzaba era más débil que el anterior, mientras el dolor se acumulaba en su cuerpo.

Fue entonces cuando, al recibir un golpe directo en el rostro, Batman se tambaleó hacia atrás, su mirada fija en Katherine. En ese instante, se dio cuenta de que no era simplemente una nueva cómplice. Ella había cambiado, había crecido en la oscuridad que él había querido protegerla.

Crowned in Madness | Joker +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora