Katherine estaba sentada en la oscuridad de su habitación, su mente un torbellino de pensamientos que no la dejaban en paz. Había pasado mucho tiempo desde que encontró consuelo en la calma. Ahora, lo único que la envolvía era un caos constante, pero no el caos al que se había acostumbrado, ese que el Joker le había enseñado a abrazar y dominar. Este era diferente, uno que la incomodaba profundamente. Era un caos del que no tenía control, y eso era lo que la enfurecía.
Con las luces bajas y la ciudad de Gotham extendiéndose más allá de la ventana, Katherine se recostó en la cama, sus dedos acariciando una delicada cadena que llevaba en el cuello, uno de los pocos objetos que había mantenido de su vida anterior. En su mente, comenzaban a surgir imágenes distantes, fragmentos de conversaciones que nunca logró entender por completo. Batman, con su voz grave y su presencia inquebrantable, había plantado una semilla en su mente, una que lentamente crecía y enredaba sus pensamientos.
—Nosotros ya teníamos una historia antes de que él entrara en tu vida. No lo recuerdas, pero yo sí —le había dicho Batman durante una de sus últimas visitas.
Esas palabras se repetían en su cabeza como un eco incesante, perforando cualquier intento que hacía para ignorarlas. Katherine se había esforzado por mantener ese recuerdo a raya, empujándolo al fondo de su conciencia, pero no podía evitar que volviera una y otra vez. Algo en su mente se resistía a dejarlo ir. Saber que había una parte de su vida que no recordaba con claridad, una historia con él que parecía haberse desvanecido en el olvido, era un vacío que no podía soportar.
Katherine respiró profundamente y cerró los ojos, intentando calmar el torbellino que se desataba dentro de ella. Pero entonces llegaron los fragmentos, imágenes borrosas de un pasado que se mezclaba con la realidad.
Un hombre, sentado en el sofá de su apartamento, observándola mientras ella reía suavemente por algo que acababan de ver en la televisión. Él siempre tenía esa mirada, esa forma de verla como si supiera algo que ella no podía descifrar. Ahora sabía que esa mirada ocultaba mucho más de lo que imaginaba en ese entonces.
Otra imagen. El mismo hombre en el hospital, en la puerta de su oficina, con su típica sonrisa tranquila, preguntándole si quería almorzar juntos. Parecía tan normal, tan fuera del mundo caótico que ahora habitaba. Era solo una persona. Solo un hombre con el que compartía cenas y risas, con quien veía películas en noches tranquilas. Un hombre que parecía comprenderla de una manera que otros no podían. Pero todo eso era una ilusión. Él era Batman, y ella nunca lo supo.
—¿Cómo pude ser tan ingenua? —murmuró para sí misma, con una mezcla de frustración y desdén.
El caos la envolvía. No el caos del Joker, sino uno mucho más personal, uno que brotaba del profundo descontrol que sentía sobre su propia mente. Los juegos que el Joker había jugado con ella, las torturas, las pruebas, las experiencias que la habían cambiado por completo, también habían borrado partes de ella. Partes que Bruce, o más bien Batman, parecía recordar con exactitud, mientras ella solo tenía fragmentos borrosos.
Katherine se levantó de la cama y comenzó a caminar por la habitación. Los hilos de su pasado estaban deshilachados, y eso la hacía sentir vulnerable, cosa que odiaba profundamente. El Joker la había hecho fuerte, había liberado su lado más oscuro, la había transformado en su reina del caos. Pero en ese proceso, algo se había perdido, algo que ahora comenzaba a resurgir gracias a las palabras de Batman.
—Nosotros ya teníamos una historia...
Esas palabras la irritaban. Le hacían sentir como si algo valioso le hubiera sido robado, algo que podría haber significado una vida diferente, una vida más normal, más estable. Pero ¿quería esa vida? ¿Quería recuperar esos recuerdos? Parte de ella sabía que había sido una persona distinta antes de que el Joker la reclamara, alguien a quien nunca podría volver a ser.
La risa del Joker la había envuelto durante tanto tiempo, el caos, la destrucción, la oscuridad... todo eso se había convertido en su nueva realidad. Pero ahora el eco de una vida pasada la atormentaba. Las visitas de Batman, su insistencia en recordarle ese pasado, eran como una punzada constante que no podía ignorar. Aunque intentara evitar pensar en ello, aunque buscara refugio en el caos que ahora abrazaba, su mente no podía dejar de volver a esas palabras.
—Nosotros ya teníamos una historia antes de que él entrara en tu vida —había dicho Batman con esa voz grave, imperturbable, durante una de las veces en que apareció en su camino—. No lo recuerdas, pero yo sí.
Katherine había sentido un escalofrío recorrerle la espalda en ese momento. No quería escuchar esas palabras, no quería recordar. Pero ahora, en la soledad de su habitación, resonaban como una campana en su mente, ineludibles, implacables.
Se llevó las manos a la cabeza, sus dedos enredándose en su cabello mientras intentaba procesar todo. Su mente, antes una fortaleza de control y poder, ahora se sentía frágil. Las dudas se deslizaban en los rincones más oscuros de su psique, haciéndola cuestionar todo. ¿Qué más había olvidado? ¿Qué más le había arrebatado el Joker en su camino hacia la reina del caos?
El dolor de no tener el control completo sobre su propia mente era exasperante. Había aprendido a amar el caos, a navegar por él, pero este tipo de caos, el que provenía de su propio interior, era insostenible.
Katherine se miró en el espejo que colgaba en la pared. Lo que vio fue una versión diferente de sí misma, una que ni siquiera podía reconocer por completo. Sus ojos, antes llenos de ambición y lógica, ahora brillaban con una intensidad oscura y caótica. Su rostro, endurecido por el tiempo y las experiencias al lado del Joker, mostraba un destello de vulnerabilidad que no le gustaba ver.
—No más —murmuró, más para sí misma que para cualquiera que pudiera escuchar.
Sabía que tenía que encontrar el equilibrio en medio de ese caos. Sabía que tenía que volver a tomar el control. El pasado con Batman ya no tenía importancia. Había sido una sombra en su vida, y ahora, más que nunca, debía asegurarse de que esas sombras no la siguieran consumiendo.
Pero algo dentro de ella seguía cuestionando. ¿Por qué Batman había sido tan insistente? ¿Por qué no la dejó seguir adelante? ¿Qué veía él en ella que ella misma no podía recordar? Y más importante aún, ¿qué sabía él de su vida que ella aún no había descubierto?
Mientras estas preguntas se entrelazaban en su mente, Katherine comenzó a trazar mentalmente los pasos que seguiría. No podía dejar que los fragmentos de su pasado la distrajeran más. Ahora tenía una misión, y Selina era el siguiente objetivo. Aunque aún no comprendiera por completo las razones por las que el Joker la había elegido, sabía que su lugar estaba a su lado, y cualquier amenaza a su reinado debía ser eliminada.
El caos en su mente debía ser sofocado, porque solo una cosa era segura: la reina del caos no tenía tiempo para titubear.
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Crowned in Madness | Joker +18
FanficEn un Gotham sumido en la penumbra, donde la locura acecha en cada esquina y los sueños se desvanecen, Katherine es la neurocirujana más aclamada del país. Sin embargo, su vida, construida sobre cimientos de éxito y ambición, da un giro inesperado a...