13. Bajo la Mirada

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Era una noche como cualquier otra en Gotham, pero para Katherine, todo parecía estar envuelto en una extraña tensión. El Joker había organizado una cena para los dos en uno de los restaurantes más lujosos de la ciudad, aunque, por supuesto, no era una cena "normal". El lugar estaba cerrado para el público, tomado por completo para ellos dos y unos pocos secuaces de confianza que resguardaban la entrada. Las luces bajas y el aroma de comida gourmet llenaban el aire, pero la presencia del caos siempre rondaba como una sombra.

Katherine, vestida en un elegante vestido negro de satén con detalles dorados, brillaba bajo las luces del restaurante. Llevaba joyas brillantes que el Joker le había regalado, como si fueran la coronación de su estatus como su reina. Su cabello recogido con suavidad, un toque de maquillaje impecable, y una confianza que había crecido enormemente desde que había abrazado la vida a su lado. Pero, aún así, algo en su interior la mantenía en vilo.

El Joker, por otro lado, estaba sentado frente a ella, con su sonrisa inconfundible y sus ojos brillando con una intensidad oscura. Vestía un traje púrpura, perfectamente a la medida, elegante y extravagante como siempre, pero esa noche, había algo más en su mirada. Algo que indicaba que tenía grandes planes para ella.

—Muñeca, ¿sabes por qué estamos aquí? —preguntó, su voz baja y profunda, casi hipnotizante, mientras jugaba con el cuchillo entre sus dedos.

Katherine levantó la vista de su plato y lo miró, sabiendo que esa pregunta no era tan simple como sonaba.

—¿Para disfrutar una cena tranquila? —respondió con una ligera sonrisa, intentando mantener el tono ligero, aunque en su interior ya intuía que la velada no sería tan relajada como esperaba.

El Joker soltó una risa suave, pero había algo cortante en su tono.

—Oh, claro que no, muñeca. Sabes que nuestras cenas nunca son tranquilas —sus ojos destellaron con una diversión oscura antes de volver a clavar la mirada en ella—. Estoy pensando en darte un papel más grande en mi mundo. Gotham está lista para que tomemos control, y quiero que tú estés a mi lado... no solo como mi reina, sino como mi aliada. Quiero que seas parte de todo.

Katherine sintió un escalofrío recorrerle la columna. Sabía que esto no era una simple propuesta de trabajo; el Joker quería que ella estuviera tan inmersa en su caos como él. Era su manera de hacerla indispensable, de asegurarse de que nunca lo dejara. Y aunque el poder y la emoción de la oferta eran seductores, también sentía una pequeña sombra de duda creciendo en su mente.

—¿Qué es lo que quieres que haga exactamente? —preguntó, su voz algo más seria. El cuchillo en sus manos había quedado olvidado, y ahora su atención estaba completamente centrada en él.

El Joker dejó el cuchillo sobre la mesa y se inclinó hacia adelante, cruzando sus manos bajo su mentón.

—Tienes un talento, Kat. No solo en el quirófano, sino también aquí —se señaló la cabeza—. Eres brillante, estratégica. Quiero que estés al frente de nuestros próximos movimientos. Hemos sido... demasiado predecibles últimamente. Batman nos sigue la pista demasiado rápido, y tú podrías ayudarme a cambiar eso. Necesito que tomes el control en algunos aspectos... no todos confían en mí, pero tú puedes ganar su lealtad.

Katherine lo escuchaba atentamente, aunque en el fondo la inseguridad comenzaba a enredarse con sus pensamientos. No quería decepcionarlo, pero tampoco quería perderse a sí misma en el proceso. Sabía que era capaz, sabía que podía ser fuerte, pero también sabía que su vida había cambiado radicalmente desde que el Joker entró en ella.

—¿Y si no estoy lista? —murmuró, mirando sus propias manos, ahora frías. Las palabras salieron antes de que pudiera detenerlas.

El Joker se inclinó aún más hacia ella, sus ojos centelleando con algo entre amenaza y adoración.

Crowned in Madness | Joker +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora