Gotham, en su estado natural, brillaba solo bajo la falsa ilusión de las luces. Los edificios iluminados, las calles con autos lujosos, las risas que salían de los restaurantes elegantes... todo era una fachada. Bajo esa luz, el caos acechaba como un predador. Y Katherine, sentada sola en una terraza de uno de los restaurantes más exclusivos, sabía perfectamente qué tan delgada era la línea entre la fachada y la destrucción.
Sus ojos escudriñaban el horizonte de la ciudad, pero su mente estaba inquieta, reviviendo cada momento de su vida con el Joker. Todo lo que él le había dado y lo que aún podía arrebatarle la hacía sentir poderosa, pero también vulnerable. Se preguntaba cuánto de ella le pertenecía realmente, cuánto control tenía de su propio destino.
Al mismo tiempo, una presencia la arrancó de sus pensamientos. Las luces a su alrededor parecían volverse más sombrías, y una sombra familiar apareció frente a ella. No necesitaba verlo de frente para saber quién era.
—Siempre supiste cómo llegar en el momento menos oportuno —dijo, su voz firme pero suave, sin siquiera mirarlo todavía.
Batman se sentó frente a ella, su figura imponente contrastando con el ambiente sofisticado del lugar.
—Katherine... —Su voz era grave, cargada de preocupación—. Sabes que tengo que preguntártelo.
Ella finalmente lo miró, sus ojos brillando con una mezcla de desafío y curiosidad. Él estaba preocupado, lo podía sentir. Pero no era algo que le causara miedo; al contrario, disfrutaba ver cómo su presencia le perturbaba.
—Adelante, pregunta. Pero no esperes que te dé las respuestas que buscas.
Batman se inclinó hacia adelante, su mirada buscando algún rastro de la mujer que una vez conoció, la doctora dedicada, la que salvaba vidas y no las destruía.
—¿Qué estás haciendo con él? —preguntó, su voz baja pero cargada de intensidad—. ¿De verdad crees que puedes controlar el caos?
Ella soltó una breve carcajada, una risa que no alcanzó sus ojos.
—El caos no se controla, Batman. El caos se vive, se respira, se siente... se ama. Y eso es exactamente lo que estoy haciendo. —Katherine jugó con la copa de vino en sus manos, observando cómo el líquido rojo reflejaba la luz tenue del lugar.
—No eres como él —insistió Batman, su voz temblando de frustración contenida—. Eres más que lo que él te está convirtiendo.
Ella dejó la copa en la mesa y lo miró fijamente, sus ojos clavándose en los de él. Había algo casi inquietante en esa mirada, algo que no estaba ahí antes.
—¿Más? —dijo en un susurro, casi para sí misma—. ¿Más de qué? He estado en el lado correcto de la ley, he jugado a ser la heroína, y lo único que encontré fue vacío. ¿Crees que alguna vez fui más feliz que ahora?
Batman sintió el peso de sus palabras, pero no estaba dispuesto a rendirse.
—Katherine, el Joker destruye todo lo que toca. Y tú lo sabes. Antes de que sea demasiado tarde, quiero que recuerdes quién eras. Que veas lo que estás perdiendo.
Ella inclinó la cabeza, divertida por la intensidad de su preocupación.
—No estoy perdiendo nada. De hecho, estoy ganando... poder, control, libertad. ¿Qué es lo que te preocupa, Batsy? ¿Que me haya cansado de vivir bajo las reglas? ¿O tal vez... —su voz bajó un tono, cargada de insinuación— que me haya cansado de ti?
El silencio entre ellos era denso, cargado de todo lo que no se decía. Batman quería decirle la verdad, quería sacarla de ese abismo oscuro al que el Joker la había arrastrado, pero sabía que no podía forzarla a ver lo que estaba delante de sus ojos.
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Crowned in Madness | Joker +18
FanfictionEn un Gotham sumido en la penumbra, donde la locura acecha en cada esquina y los sueños se desvanecen, Katherine es la neurocirujana más aclamada del país. Sin embargo, su vida, construida sobre cimientos de éxito y ambición, da un giro inesperado a...