14. Plan Perfecto

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Una noche, al volver a su departamento después de una reunión, encontró a alguien inesperado esperando.

Batman.

Estaba de pie, en las sombras de su sala de estar, como una figura amenazante pero controlada. Katherine, sin embargo, no se dejó intimidar. El entrenamiento con el Joker la había preparado para estos momentos.

—¿Qué haces aquí? —preguntó con frialdad, acercándose lentamente, preparada para atacar si era necesario.

Batman levantó las manos en señal de paz, su voz grave resonando en la habitación.

—No vine a pelear, Katherine. Solo quiero hablar.

Katherine frunció el ceño, sin bajar la guardia. Todo en ella gritaba peligro. Sabía que Batman era el enemigo de su amado, y no entendía por qué había venido solo a verla. Su mente le decía que debía atacarlo, que no debía confiar en él, pero algo en la forma en que la miraba la desarmaba, aunque no sabía por qué.

—¿Qué quieres? —repitió, sin dejar de observarlo detenidamente.

Batman dio un paso adelante, su mirada profunda y seria.

—Quiero saber cómo estás. He estado escuchando cosas... Y no me gusta lo que he oído. No creo que esto sea lo que quieres, Katherine. Esto no es lo que eres.

Katherine sintió un nudo en el estómago. Algo en esas palabras la hizo dudar por un segundo, pero luego lo desechó. No podía permitirse mostrar debilidad. No frente a él.

—No tienes idea de quién soy —respondió, su tono lleno de veneno—. Y tampoco tienes derecho a decirme lo que quiero o lo que soy.

Batman la observó en silencio, sabiendo que no sería fácil. Pero no podía dejarla ahí, bajo la influencia del Joker, sin tratar de ayudarla. No solo porque era su deber como protector de Gotham, sino porque, en el fondo, algo personal lo motivaba. Bruce Wayne, aunque ella no lo supiera, aún se preocupaba por ella.

—Solo quiero que pienses en lo que estás haciendo —dijo Batman, con un tono más suave—. Piensa en si esto es lo que realmente quieres. Porque si sigues por este camino... no habrá vuelta atrás.

Katherine lo miró con desdén.

—Ya he tomado mi decisión.

Katherine respiró hondo, manteniendo su mirada fija en Batman. Había algo en sus palabras que calaba profundamente, pero su lealtad hacia el Joker la mantenía firme. No iba a permitir que las dudas crecieran, no ahora que por fin había demostrado su valía. Sabía que cualquier vacilación sería vista como una traición, tanto por el Joker como por ella misma. Pero la presencia de Batman en su sala, susurros de otra vida, de otro camino, la hacían tambalearse aunque fuera por un segundo.

—No sabes lo que realmente quiero, y ni siquiera intentes fingir que te importa. —La frialdad en su tono era inquebrantable, como una barrera que protegía su interior roto—. No sé por qué estás aquí, pero te diré algo. Esto —hizo un gesto abarcando su alrededor— es mi vida ahora. Y nadie, ni tú ni nadie, me lo va a arrebatar.

Batman permaneció en silencio por un instante, como si estuviera midiendo sus palabras. Sus ojos, ocultos detrás de la máscara, seguían cada movimiento de Katherine, cada expresión en su rostro.

—Tú no eres como él —dijo finalmente, con un tono más grave—. Sé que hay algo en ti que aún lucha por escapar de esto. No es demasiado tarde.

Katherine apretó los puños. Las palabras de Batman se sentían como un eco molesto que no podía ignorar. Parte de ella, la parte que aún recordaba su antigua vida, su profesión como neurocirujana, sus ideales, quería gritar que tal vez tenía razón. Pero la otra parte, la que había crecido y florecido junto al Joker, le decía que Batman no entendía. No podía comprender el caos que la mantenía viva, el peligro que la hacía sentirse más ella que nunca antes.

Crowned in Madness | Joker +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora