Crowned in Madness | Joker +18

29. La Verdad Detras

Katherine mantuvo la mirada fija en el Joker, sintiendo cómo el aire se volvía cada vez más denso a medida que sus palabras se deslizaban entre ellos. El juego de revelaciones estaba en su apogeo, y la verdad que buscaba se escondía en las sombras, justo donde él siempre había estado. Sin embargo, había un tema que aún no habían tocado: Bruce.

—Entonces, ¿me estabas vigilando desde el principio? —preguntó, juguetonamente. Pero tras la broma, había un trasfondo de preocupación. La idea de que el Joker pudiera haber estado observándola mientras se recuperaba de su relación anterior era desconcertante.

El Joker sonrió, pero había algo en su risa que no se sentía del todo bien.

—Digamos que tenía un interés particular en ti. —Su tono se tornó más serio—. Pero, ¿quién puede culparme? Eras una estrella brillante en un cielo oscuro. La neurocirujana que curaba las mentes rotas, con una sonrisa que podía iluminar la noche.

Katherine sintió un escalofrío recorriendo su espalda. La manera en que hablaba de ella era tanto un cumplido como un recordatorio del peligro que representaba estar cerca de él. Sin embargo, no podía evitar sentirse halagada.

—¿Y qué hay de ese antiguo hombre con el que salía? —preguntó, levantando una ceja—. ¿Te molesta? Porque parece que tenías muchas fotos de él en ese archivo. ¿Acaso tienes celos de Bruce?

El Joker se detuvo, su sonrisa desapareciendo, y por un instante, los colores del cuarto parecieron apagarse. Sus ojos brillaron con una mezcla de locura y un tipo de desdén que hizo que su corazón latiera con fuerza.

—Celos... —repitió, casi como si le diera gusto pronunciar la palabra. —No puedo decir que me gustara verlo tan cerca de ti. Pero la realidad es que no es quien crees que es, querida.

Katherine frunció el ceño, una ligera tensión surgiendo entre ellos. Las piezas comenzaron a encajar en su mente. La incomodidad que había visto en el rostro del Joker cuando descubrió el archivo, la forma en que su energía había cambiado al hablar de Bruce. Era como si un velo se levantara, y las conexiones se volvieran claras como el cristal.

—¿A qué te refieres? —preguntó, su voz apenas un susurro, sintiendo que su corazón latía más rápido.

—Bruce Wayne —dijo el Joker, su voz suave y peligrosa—. Es Batman, Katherine. Y eso es lo que te hace tan interesante para mí. Eres la debilidad de un hombre que se cree invencible. Te había estado observando desde las sombras, evaluando cada movimiento que hacías, mientras él intentaba mantenerte en su mundo.

El silencio llenó la habitación. La revelación se asentó sobre ella como una losa. Bruce, el hombre que había estado con ella en sus momentos más oscuros, era el mismo que se enfrentaba al Joker. La historia que había creído conocer era un laberinto de mentiras.

—No... no puede ser. —Katherine negó con la cabeza, intentando aferrarse a la realidad. Sin embargo, cada fragmento de su memoria comenzaba a tomar forma, cada encuentro, cada mirada. El rostro de Bruce se transformó en el de Batman, y su mente empezó a entrelazar todos los hilos.

El aire entre ellos estaba cargado, pesado con palabras no dichas y emociones contenidas. Katherine y el Joker se miraban fijamente, dos fuerzas que habían pasado tanto tiempo girando en torno a su caos compartido que ahora, en este preciso momento, ese caos parecía a punto de desgarrarlos por dentro. No había risas ahora, ni chistes sardónicos, solo la cruda realidad entre ellos, una verdad que, si bien siempre había estado ahí, ninguno de los dos había querido confrontar de manera tan directa hasta ahora.

Katherine sintió cómo su pecho se apretaba, su respiración agitada mientras intentaba procesar lo que acababa de escuchar. Bruce... Batman. El hombre que había estado con ella, el hombre que la había sostenido en sus momentos más oscuros, era el enemigo jurado del hombre que ahora amaba. Era como si todo lo que creía saber sobre su vida se hubiera desmoronado en un instante. Y lo peor de todo era que el Joker lo sabía. Siempre lo había sabido.