La música estridente resonaba en las paredes de neón del club nocturno, una sinfonía frenética que marcaba el pulso de la ciudad más caótica del mundo. Gotham nunca dormía, y sus habitantes, mucho menos. Entre las luces que parpadeaban, el humo que se elevaba y las risas que se perdían en el bullicio, Katherine se movía con una gracia letal. Era la reina de aquel lugar, su presencia atrapaba miradas y dominaba la atmósfera.
El Joker la observaba desde una mesa en la esquina, rodeado de sus secuaces que no paraban de beber y jactarse de sus últimas hazañas. Pero su atención no estaba en ellos, ni en el caos que lo rodeaba. Estaba en ella, siempre en ella. Cada movimiento de Katherine era hipnotizante, cada giro de su cuerpo parecía una obra maestra que él mismo había esculpido. Ella se movía como si fuera la reina del caos, y lo era. Lo había sido desde que él la moldeó, desde que la llevó a abrazar la locura. Y ahora, el Joker comenzaba a sentir algo que no solía admitir: miedo.
Katherine bailaba, envuelta en un vestido negro que brillaba bajo las luces del club, abrazando su cuerpo con precisión. Cada paso suyo era calculado, cada mirada a su alrededor medía las reacciones de quienes la observaban. Sabía lo que hacía, sabía cómo controlaba la habitación sin decir una palabra. Se había convertido en algo mucho más peligroso de lo que el Joker esperaba, y ese pensamiento le carcomía. Lo había visto antes, pero ahora lo sentía con más claridad que nunca: Katherine no solo era su muñeca, su creación. Ella era su igual, o peor aún, alguien que podría superarlo.
El Joker apretó los puños sobre la mesa, sus nudillos blancos bajo el guante de cuero. El ruido a su alrededor se desvanecía mientras su mente lo arrastraba a un lugar oscuro y lleno de dudas. No podía dejar de mirarla, pero cada segundo que pasaba lo consumía. No podía controlar esa sensación que crecía en su pecho: la inseguridad, el temor de que Katherine lo traicionara, de que tomara todo lo que él había construido y lo destruyera desde adentro.
—¿Qué pasa, jefe? —preguntó uno de sus hombres, notando la tensión en la mandíbula del Joker.
—Silencio —respondió el Joker con una voz afilada como un cuchillo. No tenía paciencia para las interrupciones. No esa noche.
Katherine lo sabía. Sentía los ojos del Joker clavados en ella. Pero ya no era la misma mujer que solía responder a sus miradas con temor o incertidumbre. Ahora era ella quien tenía el control de la situación, o al menos así lo sentía. Sin embargo, a medida que el ritmo de la música aceleraba y su cuerpo seguía el compás, una duda comenzó a filtrarse en su mente. Sabía que algo estaba cambiando en el Joker, que había algo que él no le estaba diciendo.
Su danza se detuvo por un momento, el peso de su propia mente cayendo sobre ella como un sudario. Recordó la forma en que él la había mirado en las últimas semanas, esa mezcla de admiración y desconfianza. Había algo más, algo que él intentaba ocultar pero que ahora era imposible de ignorar. La distancia entre ellos, aunque invisible para todos los demás, era palpable para Katherine.
Con un último giro, decidió terminar la danza. Caminó hacia la mesa donde el Joker estaba sentado, sus pasos firmes resonando sobre el suelo del club como tambores de guerra. Los secuaces del Joker se callaron en cuanto la vieron acercarse. Sabían que, cuando ella estaba cerca, el ambiente cambiaba. Era como si el caos adquiriera una nueva reina.
Katherine se inclinó sobre la mesa, lo suficiente para que sus labios quedaran cerca del oído del Joker, y susurró:
—¿Qué te preocupa, cariño?
El Joker sonrió, pero era una sonrisa forzada, una que no llegaba a sus ojos. —Oh, muñeca, siempre tan inquisitiva —murmuró, tomando un sorbo de su bebida—. Nada que te concierna. Solo... disfrutando del espectáculo.
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Crowned in Madness | Joker +18
FanfictionEn un Gotham sumido en la penumbra, donde la locura acecha en cada esquina y los sueños se desvanecen, Katherine es la neurocirujana más aclamada del país. Sin embargo, su vida, construida sobre cimientos de éxito y ambición, da un giro inesperado a...