18. El Ascenso

2 0 0
                                    


La habitación estaba impregnada del aroma de la locura y el deseo, un santuario privado donde los límites entre la razón y el caos se desdibujaban. La tenue luz de la lámpara iluminaba sus cuerpos entrelazados, creando sombras danzantes que parecían susurrar secretos oscuros. Katherine y el Joker, atrapados en su propio torbellino de emociones, eran dos fuerzas de la naturaleza que se atraían de forma inevitable.

Katherine, aún sobre el Joker, se inclinó hacia él, su piel suave y cálida contrastando con la fría superficie de la cama. Sus ojos ardían con una ferocidad que reflejaba la locura que compartían. Él la miraba con una mezcla de admiración y deseo, la intensidad en su mirada prometía una noche llena de pasión desenfrenada.

—¿Te gustaría ver hasta dónde podemos llegar? —susurró, su voz un hilo suave pero firme, cargada de provocación.

Sin esperar respuesta, sus manos comenzaron a explorar el torso del Joker. Sentía cada músculo tenso bajo sus dedos, el latido de su corazón resonando en su pecho. Con un toque deliberado, bajó su mano hasta el borde de su pantalón, sintiendo cómo se endurecía ante su cercanía. La electricidad en el aire crecía, y cada segundo que pasaban juntos intensificaba su deseo.

—Mmm, ¿qué tienes en mente, muñeca? —preguntó él, su voz grave, temblorosa de anticipación.

Con una sonrisa traviesa, Katherine desabrochó el cinturón de su pantalón, dejando que cayera al suelo con un sonido sordo. Sus ojos brillaban con malicia mientras se posicionaba entre sus piernas, bajando lentamente la cremallera. La ropa interior se deslizó a un lado, y el Joker sintió cómo la tensión aumentaba. La presión de su excitación se hacía palpable.

Katherine sonrió al ver su reacción. Con sus dedos, comenzó a acariciar el grosor de su miembro, moviéndose con lentitud y destreza, explorando cada centímetro de él. El suave roce de su mano hacía que él cerrara los ojos, dejando escapar un gemido de placer. Ella disfrutaba de su poder, de cómo él se rendía a su control.

—Dios, sí —susurró él, atrapado en el momento, su cuerpo temblando de anticipación.

Con un movimiento audaz, Katherine se colocó sobre él, alineando sus cuerpos. La sensación de estar tan cerca lo enloquecía. Sus ojos se encontraron, llenos de un deseo compartido, y sin dudarlo, Katherine comenzó a descender lentamente, sintiendo cómo lo absorbía por completo. Las paredes de la habitación parecían cerrarse a su alrededor, el mundo exterior desapareciendo.

—Ah... —el susurro de placer del Joker reverberó en el aire mientras ella lo tomaba, su cuerpo se tensó, y el placer se disparó. Su mirada se tornó feroz, un destello de locura en sus ojos. Era el momento perfecto, el instante en el que el control y la entrega se fusionaban en un torbellino de sensaciones.

Katherine sintió cómo cada centímetro de su cuerpo se encendía, la electricidad entre ellos crecía a medida que avanzaba, lo que la llevó a moverse con más confianza. Ella lideraba, llevándolo a un lugar donde la locura y el placer se entrelazaban.

—Eres mío, Joker —declaró, su voz un murmullo cargado de poder, mientras sus caderas se movían con gracia y control, manteniendo su dominio en esta danza de pasión.

Él no podía más que entregarse a esa poderosa seducción. Las manos del Joker encontraron su cintura, empujando y tirando, pero Katherine se resistía, manteniendo el control en sus movimientos. Era una experiencia intensa, cada empuje y cada movimiento estaban cargados de emoción y deseo, un juego donde ambos disfrutaban de la locura que los unía.

—Mmm, así, cariño. Tómalo —le dijo él, sus ojos llenos de lujuria mientras su mano se deslizaba por su muslo, acariciando la piel suave y sedosa. Cada roce era una chispa que avivaba la llama de su deseo.

Crowned in Madness | Joker +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora