-No mejor, no quiero escándalos.
Papá, no sé si mamá te lo habrá contado pero ella está saliendo con alguien así que espero que te comportes cuando los veas juntos.
Su expresión cambió un poco pero no tardó mucho en relajar su cara y devolverle a su hija una gran sonrisa.
-Cariño, aunque me pueda doler tu madre es una mujer libre, yo decidí no formar parte de vuestras vidas, un error garrafal que espero remediar pero ahora tengo que apechugar con lo que hice y con sus consecuencias.
-Bueno ya se verá cómo sale todo, yo me alegro muchísimo de que pueda ir de tu mano al altar.
-Estás preciosa cariño, ¿queréis Dan y tu cenar conmigo esta noche? Manuela no hace falta que te lo diga, tú también estás invitada y tú novio por supuesto. Me tienen bien informado. -Me dijo al ver mi cara de asombro- Chicas me voy, os veo esta noche.
-Un beso papá.
-Hasta luego cariño.
Nada más salir de la tienda de novias y despedirme de Ani llamé a Mateo.
-Hola Mateo, sé que dijimos que no nos veríamos hasta la boda porque estamos muy liados y eso pero, el padre de Ani nos ha invitado a cenar esta noche a su hija, su fututo yerno y a nosotros. Si tú te apuntas claro.
-Hola Manuela.
-Hola-dije divertida-
-No sé si podré ir, no me encuentro muy bien hoy.
- ¿Qué te pasa? ¿necesitas un médico? Otro que no seas tú claro.
-No es para tanto, tengo un poco de destemplanza, sabes que en el hospital hay muchos virus y no quiero pegarte nada antes del gran día. Haré reposo para recuperarme y pronto nos veremos.
-Está bien, pero Llámame si te encuentras peor y necesitas cualquier cosa.
-Cuenta con ello, estoy deseando verte.
El día de la boda llegó y los nervios estaban a flor de piel, en mi casa todo el mundo estaba despierto desde temprano, la peluquera iba a ir a casa para peinar a mi madre y a mis hermanas y yo estaba esperando que fueran las nueve para ir a por el ramo de novia y llevárselo a casa de Ani. Aquella sí que sería una casa de locos, Ani atacada y su madre intentando calmarla.
Llegué y lo primero que hizo fue correr hacía mí como una loca, por poco aplasta el ramo que llevaba envuelto en papel Kraft color crema. Vio el ramo y entre lágrimas gritó:
- ¡Que me caso amiga, que me caso!
-Se te ha ido la chaveta del todo con esto de la boda- dije mientras nos abrazábamos, estaba tan feliz por ver a mi amiga tan contenta. Por fin había encontrado a la persona correcta para ella, no era la única que lo había pasado mal en una relación, ella también había encontrado sus piedras en el camino.
Toño llegó sin esperarlo, como casi todas las cosas buenas que nos llegan cuando menos las estábamos esperando pero por eso mismo le costó tanto creerse que estaban hechos el uno para el otro. Al principio no fue algo mutuo, ella no sintió mucha curiosidad por él. Se conocieron en el trabajo, en la empresa familiar. Para ser mas especifica, tras el divorcio su padre le había cedido la empresa a ella y a su madre.
Total, Toño era uno de los proveedores de la tienda de serigrafía y no habían hablado más allá de un par de veces y solo relacionado con el trabajo. El chico siempre intentaba sacarle conversación tras cada entrega pero Ani no estaba muy por la labor y acababa siendo un fracaso.
Un día, mientras cerraba la tienda lo vio pasar de lejos junto a una chica y por más absurdo que le pareciera en ese momento, sintió celos al verlos juntos .
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El perdón llega de tus manos
RomanceCuando el amor aparece por la puerta de tu trabajo tras unos ojos que parecen devorarte, no te queda más remedio que jadear de deseo. Ela lleva demasiado tiempo escapando de Cupido y Mateo ni se plantea una relación hasta que la conoce. Le trasmite...