El vestido

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Estaba imponente, hermosa llena de ese halo que solo tienen las novias y que las hace esta tan radiantes.
Ya casi habíamos perdido la esperanza hasta que entramos en una pequeña tienda del centro dónde sólo tenían un pequeño stock de vestidos de novia.
No eran el estilo de trajes que normalmente van buscando las futuras novias, de estilo bohemio y no demasiado llamativo, justo lo que ella andaba buscando.
Bueno, no demasiado llamativo era un decir por que el escote que tenía en la espalda la dejaba al descubierto casi por completo.
Era un vestido hecho con un encaje fino que iba por encima de un Tul de seda color piel. Encajaba a la perfección con su cuerpo. Parecía estar echo a su medida. Se ceñía a su silueta y justo al empezar la curva de sus caderas, una gran cola se extendía . El bordado del encaje era precioso, un brocado nada común. Dándole al vestido ese toque de originalidad que toda novia busca.

A pesar de que Ani no quería ser una novia convencional, optó por llevar velo. En cuanto se vio con el puesto, no pudo decir que no.
Le cubría por completo, tanto el rostro como la totalidad del vestido, se enamoró perdidamente cuando vio su reflejo en el enorme espejo del probador.

-Tú qué opinas?
No podía casi ni hablar de la emoción de verla vestida de novia- Estás preciosa amiga- Dije con un hilo de voz, así que rada por la emoción de verla tan radiante.

- ¿De verdad lo dices?

- ¿Crees que te dejaría hacer el ridículo?

- Si- y nos echamos a reír como dos pavas abrazadas, riendo y llorando a la vez .

-Estas realmente despampanante y cuando Toño te vea entrar, le va a dar un literalmente un parraque.

- ¿A Quién le va a dar un parraque?

- ¡Mamá! ¡Has podido venir!

- Pues claro hija ¿cómo iba a perderme un momento así?
Un poco tarde, pero al menos no me he perdido este momento. Estás espectacular hija. Dijo con lágrimas en los ojos -La espalda enseña mucho pero bueno, no es mi día, es el tuyo y la verdad que mirándolo bien es justo lo
que necesita el vestido para ser tan bonito.
- Me alegra que te guste mamá, no sería lo mismo sin tu aprobación.

- Anda, anda si al final lo habrías elegido igualmente.

-Venga Maite, únete al abrazo familiar - le dije atrayéndola hacia nosotras, justo en ese momento entró la chica que nos atendía y viendo la situación entendió que el vestido era el elegido.

- Por lo que veo has encontrado tú vestido de novia ¿verdad?

-Siiii, dijimos.las tres a la vez.

Para la chica fue todo un alivio cuando escuchó la afirmación, al ser un vestido de prueba, la talla era muy pequeña y para la mayoría de las mujeres era imposible meterse en él. Me parece insultante que un vestido de prueba sea de una talla tan pequeña. Existen diferentes tipos de cuerpos y no todos entran en ese mini vestido. Ani siempre ha sido de constitución delgada. De pequeña siempre sufría bullying a causa de su delgadez. No siempre se gustó a su misma,fue un trabajo duro a través de los años.
Pienso en aquellas no ias que se enamoraron igual que Ani de ese vestido y no pudieron disfrutar del momento de probárselo porque, simplemente no les entraba. Eso puede convertir un día memorable en uno desastroso. Haciendo que tus miedos salgan de nuevo a la superficie.
Yo por ejemplo, ni por asomo entraba en aquel vestido, pero ella había heredado la genética de su madre qué a sus casi 60 años seguía manteniendo una figura esbelta y moldeada, ya quisiera yo llegar a su edad con el mismo tipo que ella.

Ani buscaba un vestido el cual pudiera llevarse a casa nada más comprarlo, quizás por eso, la dependienta, viendo su pequeña complexión no dudó en sacar aquel vestido y por suerte para ambas fue amor a primera vista.
La chica estaba casi tan ilusionada como mi amiga porque se llevara aquel vestido de la tienda. Fue una venta fácil puesto que fue dejarlo en el probador y el propio vestido hizo todo el trabajo solo.

El perdón llega de tus manosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora