Camino a casa solo pensaba que me pondría esa noche para ir a la cena. ¿Debía arreglarme mucho o no?
El cuarto parecía una leonera tras probarme casi todo mi armario. Casi toda la ropa que fui descartando estaba sobre la cama.
Me sentía disfrazada, siempre me pasaba lo mismo y terminaba llevando mis vaqueros de talle alto, una blusa y mis convers blancas.
Sin demasiado maquillaje, un poco de rímel y algo de colorete.
Esa noche fue una excepción, al final me probé un vestido negro de tirantes anchos y lago hasta los tobillos. De zapatos unas sandalias de piel Camel y un pequeño bolso a juego.
Metí la cartera, las lleves y el tabaco en la mochila y salí de casa tras despedirme.
Cogí el bus, tanto alcohol había dejado estragos en mí y no me apetecía mucho caminar aunque solo fuera media hora de camino. En el autobus tardaba más en llegar pero, elegir entre ir sentada con el aire acondicionado o andando pasando calor... Había un claro ganador.No había muchos pasajeros cuando me monté. Sin duda, era en la mañana cuando el bus se llenaba, en su mayoría de personas mayores ataviados con sus carros de la compra listos para bajarse en la parada más cercana al mercado de abastos.
De noche, no era tan habitual el tumulto por eso pude elegir asiento. Sentada junto a una de la ventana, me imaginaba la vida de los que veía pasar. Así el trayecto se me pasó volando.- Chica, última parada.
-Uy, gracias. Me había quedado absorta en mis pensamientos y ni me di cuenta de que habíamos llegado.
Era temprano, menos veinte, aun me daba tiempo de fumarme un cigarro de camino al sitio.
El centro estaba lleno de gente en las terrazas, paseando y disfrutando del fin de semana.
Saqué la cajetilla morada de esos cigarros finos, no fumaba mucho y estos tenían una pequeña bolita que si la apretabas daba un sabor mentolado al cigarro.
Los nervios me pedían nicotina, ya era casi la hora y no había decidido si quería ser la primera en llegar o hacerle esperar un poco. Me autoengañaba, me era casi importante ser impuntual por lo que estaría a la hora en la puerta esperándolo.
Mientras lo pensaba me vi a las puertas del restaurante, aún quedaban mesas libres en la terraza, raro pero cierto.
Me pedí una copa de un ribera de la casa y me senté a esperar.
No tardó en llegar, quería disimular la atracción pero es que es tan jodidamente guapo que sería una tarea imposible disimular lo mucho que me gustaba.Llevaba puesta una camisa color crema que le sentaba realmente bien, combinaba a la perfección con su piel morena.
Dios ¿Por qué tenían que marcársele tanto los pectorales? Y que decir de esos bíceps. Iba a ser una noche muy larga intentando aguantarme las ganas de besarlo.
Me levanté con la intención de darle dos besos pero en los planes de Mateo no estaba la misma idea. Cuando llegó a la mesa, me rodeó con sus brazos y mi cabeza quedó apoyada entre su pecho y su clavícula.
Su olor, esa mezcla entre su perfume y su esencia, algo que lo hacía único.
Estaba de nuevo en casa y tras este pensamiento me aparté de él como un resorte.- ¿Qué tal? ¿Todo bien?
-Yo bien ¿y tú?, parece que has visto un fantasma.
- ¿Por qué dices eso? - dije intentando disimular mi cara.
Por suerte o por desgracia mi cara era un espejo de mi interior, con los años había aprendido a disimular un poco, pero no siempre lo conseguía, se ve que esa noche tampoco lo había conseguido.- No sé, has puesto una cara rara al abrazarte.
-La resaca, será por eso- dije sin convencerlo.
-Siento haberte abordado así, si es por eso por lo que estás molesta, perdóname.
-Tranquilo no me ha molestado, incluso lo echaba de menos - dije sin pensar-
El silencio se hizo presente por un momento que gracias al camarero pasó rápido.-Buenas noches, os dejo unas cartas por aquí ¿caballero algo para beber?
- Si, lo mismo que ella. Gracias.
Te he traído algo, no es gran cosa, no te asustes pero lo vi y me acordé de ti y no pude contenerme.
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El perdón llega de tus manos
Storie d'amoreCuando el amor aparece por la puerta de tu trabajo tras unos ojos que parecen devorarte, no te queda más remedio que jadear de deseo. Ela lleva demasiado tiempo escapando de Cupido y Mateo ni se plantea una relación hasta que la conoce. Le trasmite...