El perdón llega de tus manos

Cuando me miras así

-Me alegro mucho de volver a verte y a ti también Melisa.
- ¿Me podéis explicar que está pasando aquí? No daba crédito a lo que estaba sucediendo.
-Hace un tiempo fui a ver a tus padres y les expliqué todo lo que había pasado entre nosotros y les pedí permiso para salir contigo.
- ¿Permiso? ¿Joder en qué época vives?
- ¡Manuela esa boca!
-Lo siento mamá pero estamos en el siglo XXI.
-Aun así habla bien.
No sabía si estaba más enfadada o sorprendida. Mis padres se habían callado todo este tiempo la visita de Mateo ¿por qué? No entendía nada pero pasaba de que esta situación me jodiera el día de la boda de mi mejor amiga, ya se me pasaría y ya le hablaría con ellos cuando llegara el momento.
-Bueno, no es día de enfados, nos vemos en el convite, a los tres y dándome media vuelta los dejé allí plantados. Había venido en el coche con Ani y tenía que ayudarla a colocarle bien el velo en las fotos por lo que me monté en el coche con los novios.
- ¿Qué te pasa Ela? Ani notó mi cara de enfado a pesar de intentar disimularla.
-Resuelta que mi novio ha ido a hablar con mis padres a mis espaldas. A preguntarles si le daban permiso para salir conmigo ¿tú ves eso normal?
-Hombre chica en su situación lo veo de lo más normal, el muchacho querría explicarles a tus padres como fue todo con vosotros. Imagínate si no el shock para ellos, verlo aquí de tu mano.
-Y ¿por qué no me dijo nada?
-Estaría acojonado de que salieras corriendo de nuevo amiga.
-Estúpida.
-No te metas con mi flamante esposa. Dijo de broma Toño.
-Ya la querrás menos cuando tengas que aguantar su mal humor recién levantada como yo lo he hecho durante tantos años. Dije guiñándole un ojo muerta de la risa.
-Serás mala pécora, porque estás lejos y este vestido no me deja moverme mucho si no te llevabas un pellizco.

Después de hacerle las fotos a los novios, fuimos camino al hotel para empezar a celebrar de verdad aquella boda.
Cuando llegamos a la terraza del hotel todos los invitados empezaron a gritar vivan los novios.
Aún seguía molesta con Mateo pero me había portado mal dejándole solo, no lo veía por ningún sitio y estaba empezando a preguntarme si no se habría ido tras dejarlo plantado con mis padres.
Mi hermana Federica me trajo una copa de champan -Si lo que estás es buscando a tu novio el buenorro, está con papá en el bar.
- ¿Y qué hacen en el bar?
-Ponerse al día Ela, nunca un mismo hombre salió con dos de sus hijas -me dijo enarcando una ceja-
- ¿Lo sabes?
-Y no por ti, no sé cómo te sigo dirigiendo la palabra, no contarme algo así para poder alegrarme por ti en condiciones.
-Porque me quieres.
-Mucho, por eso pasaré por alto el detalle de que sales con tu cuñado.
-Auch.
-Ya me he desahogado, ahora ve a por tu hombre y sálvalo de su suegro.

Entré en el bar y con el barullo de gente que había pidiendo copas no los veía por ningún rincón. Seguí adentrándome y en la parte más alejada de la barra, estaban apollados sobre una mesa alta. Bebiendo cada uno una cerveza y echando unas risas. Que se cayeran bien era algo super importante para mí, aunque no necesitaba su aprobación para salir con él, en el fondo si quería que lo aceptara y se llevara bien con Mateo.
-Chicos.
-Hombre la hija pródiga ha vuelto.
-Muy gracioso.
-Bueno os dejo que tu madre seguro anda buscándome, chico te veo luego.
-Ya le caes mejor a mi padre que yo ¿de qué habéis hablado?
-De ti.
-Y de...
-Hay que normalizar la situación Ela, la verdad es que salí con tu hermana antes que contigo, si tu no lo aceptas ¿cómo lo va a hacer la gente?
-Tienes razón, me alegro mucho de que mi padre y tú congenieis bien.
-En verdad no lo conocía bien, ahora tengo la oportunidad de hacerlo.
¿Has comido algo?
-Nada y me muero de hambre.
-Pues a qué esperamos, vamos a perseguir a los camareros.
- ¿Has conocido a mis hermanas?
-Aún no.
-Ahí están, ven que te las presento.
Esta es Federica y su marido Marcos y ella es Sofía.
-Encantado de conoceros.
-Con que ¿tú eres el famoso Médico no? Le dijo mi cuñado a Mateo dándole la mano.
- ¿Famoso?
- Bueno, ellos te conocieron antes que yo, al igual que mis padres, en fin que todos de una forma u otra ya te habían visto antes que yo.
En cierto modo me divertía la situación, había sido la última en conocerlo y ciertamente por pura casualidad.
-No te olvides de Ani- Dijo Mateo-
-Ani ¿Cómo sabes que Ani también te conocía antes que yo? Que yo sepa no hemos hablado de la vez que te vio ella por casualidad en el hospital.
Titubeó y su expresión cambió, no sabría decir pero creo que hasta palideció un poco.
- ¿Qué no me estás contando Mateo? Pregunté seria, todos a nuestro alrededor esperaban expectantes a su respuesta.
-Bueno, no solo la vi esa vez precisamente. Un día al salir de una guardia, una chica que me sonaba bastante me abordó y sin dejarme hablar siquiera, me dijo quién era y que no soportaba ver a su amiga mal y que estaba dispuesta a ayudarme a conquistarte a expensas de que la mataras cuando te enteraras. No iba a dejar pasar la oportunidad que aquella chica, que a pesar de no conocerla de nada me estaba dando. No quería engañarte pero no me dejaste muchas opciones y vi una oportunidad que no podía dejar escapar.
La vez que os encontré cuando salíais de la prueba del vestido de Ani, me avisó ella de a qué hora saldríais y que si quería verte me hiciera el encontradizo contigo o cuando te llamé el día de la despedida. También me había llamado para que aprovechara que habías bebido un poco más de la cuenta-Dijo un poco avergonzado-