Capítulo 54: Conexión

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Lilia

—La fiesta es en una semana, ¿no? —pregunté, aprovechando que Chris había llegado hace un rato a la habitación. 

—Sí, discúlpame si he estado muy ocupado para verte seguido —Se dejó caer en la cama, justo a mi lado. 

Su brazo rodeó mi vientre, ya que yo estaba acostada boca arriba. La simple presencia de Chris me hacía sentir en paz, como si su compañía me brindara la calma que siempre quise y no sabía cómo obtener. 

Sonreí. 

—No ha estado tan mal encontrarme solo a Deus en el comedor —me reí. 

Eso me servía para planear nuestros encuentros a escondidas de Chris, y no, jamás me metería con Deus de forma romántica. Me daba asco de solo pensarlo porque estaría traicionando de la peor manera a Chris. 

Simplemente quería aprender a defenderme y a usar un arma por si en algún momento las cosas se complicaban. Ellos tenían muchos enemigos, ¿no? 

Acaricié el cabello de Chris cuando se acostó sobre mi pecho. 

—Confío en Deus, por ahora lo dejé a cargo de ti para que se asegure de que estés bien —Se pegó más a mí. 

—Te quería pedir algo... —murmuré, mordiéndome el labio por los nervios. 

¿Y si decía que no? 

Samira ya me explicó que nunca antes habían llevado a una sirvienta a ese tipo de eventos, mucho menos su se trataba del aniversario del bar. 

—Soy todo oídos, princesa —Buscó comerme la mejilla con su boca. 

Yo lo aparté, divertida. 

—Quiero llevar a Samira a la fiesta —solté. 

Él se incorporó un poco, mirándome de una forma juzgadora. ¿Qué estaba pasando por su mente? 

—¿Por? 

—Oh, vamos... Quiero hacerla lucir como una modelo, ¿está mal? —bufé, sentándome al ver que él hizo lo mismo. 

—No lo sé... —Se sobó el mentón—. No es común ver a las sirvientas en una fiesta. 

—Puede ser la primera vez. Además, Samira quedará tan diferente, que nadie se imaginará su verdadero rol —Le guiñé el ojo. 

—¿Qué estás tramando, pequeña? —Alzó una ceja—. Dime la verdad y dejaré que ella vaya. 

—Bien —Rodé los ojos—. Ella siente algo por Deus, pero cree que él jamás la verá con otros ojos. Quiero sorprenderlo y que quede con la boca abierta al ver que Samira puede seducirlo con su belleza como él seduce a todas —Mi voz salió atropellada. 

Él se carcajeó. 

—¿Es en serio? —inquirió, con una risa—. Este Deus, no es alguien que se enamora, ¿lo saben?

—¡Lo sé! —exclamé, omitiendo el trato que hice con él—. Samira por lo menos quiere sorprenderlo, ¿comprendes? Por favor, Chris. 

Le hice ojitos y lo jalé del cuello de su camisa. 

—Mmh —me vio con deseo. 

Chris me obligó a acostarme de nuevo y se subió encima de mí, mirándome desde arriba y haciéndome sentir nerviosa. Tuve que voltear el rostro porque se veía demasiado sexy con esa mueca burlona. 

Pasó su lengua por mi cuello, dejé salir un suspiro. 

—Dejaré que vaya, pero a cambio me tendrás que dar tu cuerpo, Lilia —susurró en mi oreja. 

Atrapada por el mafioso millonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora