Cap #39

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A la mañana siguiente despertaste con el maquillaje escurrido por las lagrimas de ayer. Te levantaste, lavaste tu cara y saliste de casa. fuiste a casa de Hannibal. Bajaste del auto y tocaste su puerta. Un rato después, abrió la puerta. Se sorprendió al abrir la puerta.

Hannibal: (**)!... Buen día.

Tu: Buen día... Ehm.. Estas ocupado?..

Hannibal: No, mas al rato salgo a trabajar. Gustas pasar?..

Tu: No gracias, es rápido a lo que vengo.

Hannibal: Esta bien. Que ocurre?..

Sin decir nada de tu mano removiste el anillo de compromiso que te dio. Se lo diste en la mano.

Tu: Lo siento...

El se quedo pasmado. Quiso decir algo, pero solo se limito a decir una sola cosa de todo lo que había pensado en su mente.

Hannibal: Entiendo...

Sonreíste.

Tu: Veras yo... No diré nada de ti. Y en cuanto a Gabriel... Lo mantendré alejado de todo este asunto, me asegurare de que no diga nada.

Hannibal: De acuerdo... De verdad lamento haberte echo pasar por todo esto.

Tu: No pasa nada, solo olvidemos esto, ok?...

Hannibal: Esta bien..

Sonreíste para el y antes de despedirte de el para siempre le diste un beso en la mejilla.

Tu: Cuídate Hannibal...

Hannibal: Tu igual..

Le volviste a sonreír y te fuiste.

Los días sin ver a Hannibal se convirtieron en semanas y luego en meses, hasta que llego el año y medio. Nunca lo volviste a ver, ni siquiera ocasionalmente. A pesar de seguir trabajando en florería, nunca se presento o llego a pedir otro servicio de jardinería.

Desde aquel día en el que saliste del auto, al igual que de su vida dejaron de ocurrir los asesinatos. La policía estaba confundida al igual que Gabriel.

En varias ocasiones fue a visitarte para ver como estabas. Con todo respeto entendía el problema. Le propusiste que no dijera nada. Pero el, quizás por el sentido de justicia que tenia, no lo acepto.

Gabriel: (**), no puedo hacer lo que me pides, lo siento.

Tu: Pero por favor, se lo prometí.

Gabriel: Como puedes prometerle eso?.. Es un asesino (**)!! Que no entiendes?..

Tu: Lo entiendo, pero... Yo lo perdone. Olvidemos esto Gabriel.

Se quedo pensante. Sabias que el haría cualquier cosa por ti, pero esto fue la excepción.

Gabriel: Lo siento no lo haré.

Tu: Gabriel, por favor te lo pido. Si quieres dinero te lo daré, lo que sea pero solo no lo delates.

Gabriel: No quiero tu dinero, quiero justicia!!

Tu: Gabriel! (Sollozando), por favor.

Su expresión era de hartazgo y molestia. Salió de tu casa azotando la puerta. Saliste corriendo hacia el, para detenerlo, pero violentamente te aventó lejos. Tu cabeza azoto fuertemente con el suelo, provocando que se te abriera una ceja. La sangre corría rápidamente desde tu sien dejando un rastro de sangre por tus mejillas.

Se subió al auto para arrancar, pero tu te levantaste rápidamente y te interpusiste en su camino.

Gabriel: Apartate del camino!!

Tu: No!

Gabriel: No quieres que te arroye o si?.. No tengo miedo de hacerlo.

Que le pasaba a Gabriel. Su sentido de justicia lo cegaba, a tal grado que no dejaba que nadie se interpusiera en su camino y menos la persona que mas quería.

Tu: Hazlo!..

Gabriel no dudo en lo que iba a hacer. Así que piso el acelerador a fondo. De esta manera termino arrollandote, saliste volando por la parte de arriba del auto. El siguió con su curso, per se detuvo. El sentimiento de culpa lo absorbió. Gabriel se bajo del auto para auxiliarte.

Tu seguías en el suelo jadeando de dolor. Salía sangre de tu nariz y boca.

Gabriel: (**)!!... Lo siento, de verdad perdona yo no sabia que estaba haciendo. Perdona, déjame levantarte.

El trato de levantarte, pero se detuvo por tu grito de dolor.

Tu: Espera!! No.. Me duele..

Gabriel: Que te ocurre te duelen las piernas?..

Tu: No..

Las lagrimas caían por tus mejillas. El dolor en la espalda era insoportable.

Gabriel: Responde!!

Tu: No, puedo sentir las piernas..

Un escalofrío recorrió tu espalda. El escalofrío se convirtió en temor y el temor en pánico. Comenzaste a hiperventilarte. Habías dejado de poder caminar. Las piernas no te respondían.

Tu: No puedo caminar... No puedo caminar... (Gritando) Gabriel!!! No puedo caminar. Que fue lo que hiciste?...

Gabriel: De verdad lo siento!!

Tu: No te perdonare.. Me dejaste sin poder caminar, te odio!!

Seguiste gritándole cantidad de groserías. Lo odiabas con todas tus fuerzas.

En un rato comenzaban a oírse la ambulancia. Al parecer uno de los vecinos vio lo que paso.

Gabriel sabia que si llegaba la ambulancia, le preguntarían a (**) que había pasado. No podía dejar que eso pasase. Así que se sentó sobre ti.

Tu: Que estas haciendo?.. Quítate!!

Gabriel: Lo siento (**), pero no dejare que me delates.

Te golpeo fuertemente en la mandíbula para dejarte inconsciente.

//EN PROCESO DE RE-EDICIÓN// Get in my mouth (Hannibal & lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora