Cap #42

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Unos minutos despues Gabriel volvió a entrar a tu cuarto. Te desperto suavemente. Abriste los ojos para verlo a el con una sonrisa.

Gabriel: Hora de levantarse Bella durmiente. Anda arriba..

Sin decir nada, trataste de levantarte sin lastimarte la espalda. Gabriel te ayudo a colocarte en la silla de ruedas.

Gabriel: Ahora.. Que te gustaría ponerte?..

Tu: No lo se, lo que sea. Da igual.

Gabriel: Como que da igual?... Es tu cumpleaños, anda anímate.

Tu: (en tu mente) Porque habría de animarme, aunque sea mi cumpleaños sigo siendo prisionera.

Gabriel: Mira, no quería decir nada, pero veo que no hay opción. Hoy por ser una ocasión especial, saldremos a comer a donde tu quieras. Y si te portas bien, pasear por los alrededores.

Tu: Enserio?...

Gabriel: Si querida Rapunzel. Anda que te gustaría usar?..

Un pequeño sentimiento de emoción lleno tu rostro para convertirlo en una pequeña sonrisa, pero decidiste contenerte. Tenias miedo de caer en una de sus crueles bromas. Lo miraste seriamente y apuntaste al closet.

Tu: Ahí adentro, hay un suéter de cuello, quisiera usar ese.

En realidad querías una blusa, pero te daba vergüenza mostrar los moretones de las jeringas.

Gabriel: Claro. Gustas usar falda o pantalón?...

Tu: Falda esta bien..

Le pediste de favor que fuese una falda larga, porque, igual, considerabas que era embarazoso tener piernas que parecían pica diente y no poder usarlas, era algo que te daba vergüenza. Cuidadosamente quito tus ropas para colocarte el suéter y la falda. Cuando te vestía o bañaba, nunca lo hacia con malas intenciones. Nunca coloco una mano sobre ti con negras intenciones. Ni siquiera trataba de besarte, solo en la mejilla o frente.

Saliste del cuarto y fuiste hacia la sala, mientras Gabriel arreglaba tu cama. Después de unos momentos salió.

Gabriel: Lista para irte?...

Asentiste con la cabeza.

El fue hacia la puerta y abrió los cerrojos que te mantenían cautiva. Abrió y detuvo la puerta para ti.

Gabriel: Después de ti..

Fuiste hacia delante. Al estar afuera y volver a sentir el clima frío, el olor a pino y madera cortada, sentiste paz y tranquilidad. Te trajo recuerdos hermosos, de cuando en las mañanas solías salir a pasear en bicicleta, dar caminatas, picnics, etc. Entonces recordaste la florería. No has ido en meses y dudabas mucho que Gabriel se haya preocupado por darle un vistazo.

Gabriel se dirigió hacia ti para llevarte a su auto. Se subieron al auto y antes de encenderlo, te pregunto. En donde quieres ir a comer?.,

Como estabas sumergida en los recuerdos, quisiste ir al restaurante de siempre. Al decirlo, el asintió y fueron al dichoso restaurante.

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Por otra parte, Hannibal, desde el día que rompieron, siguió adelante, aunque el anillo que le devolviste, todavía lo conservaba. Lo llevaba con el a todas partes. Lo consideraba como algo de buena suerte, aunque no la necesitaba.

No lo admitía, pero todavía te extrañaba. Siempre que veía el anillo, te recordaba. Sonriente como siempre, con tu cabello peinándose por si solo, gracias a la ventiscas de otoño e invierno. Tus manos las añoraba a un mas, las consideraba mas suave que la seda o le terciopelo.

//EN PROCESO DE RE-EDICIÓN// Get in my mouth (Hannibal & lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora