Planes

892 51 19
                                    

Para eliminar la discrepancia entre los planes de los hombres y los resultados obtenidos, es necesario un nuevo enfoque.

Fritz Zwicky

-

La noche había caído sobre Alacante. Simon sabía que quizá no hizo lo indicado por el brujo, pero no pudo evitarlo, quería que Izzy viera que estaba de su lado y ahora más que nunca quería ver la cabeza de Alba en una pica.
Al llegar a la casa misteriosa, tocó la puerta que se abrió sola. Una vez dentro pudo ver que la casa estaba vacía y era iluminada por unos cuantos candelabros en el piso.

–Magnus –llamó a la nada–. Magnus ¿estás aquí?

–Es talde –le reprochó una voz que jamás olvidaría, era Mai–. ¿Pelo quién te has cleído?

–Mai –saludó impresionado–. No te... ¿Qué haces aquí?

–Bueno, eso no es un hola muy corrdial –de una esquina salió Tess con cara de fastidio.

–Simon –Magnus bajó las escaleras y se paró a un lado de Mai–. Llegaste.

–¿Se conocen?

Magnus asintió.

–Ellos nos ayudarán contra Alba, también sus compañeros Mauricio y Camille, al igual que una amiga.

Una tercera figura bajó de las escaleras. Una joven con piel clara, cabello castaño y ojos grises. No la reconoció de inmediato, pero su memoria brilló en unos segundos. Tessa.

–¿No estabas muerta? –preguntó con cuanta calma pudo.

Quizás era un fantasma. Simon sabía que a veces podían presentarse a ciertos cazadores de sombras.

–No. Tess me ayudó a encubrir mi muerte. Aunque yo no lo sabía –agregó amargamente y Tess resopló.

–Si lo hubierras sabido no habrrías actuado bien.

–Como sea –intervino Mai–. El punto aquí es que necesitamos al vampilo.

–Ya no soy un vampiro –le recordó Simon–. ¿Y para qué me necesitan?

–Tenemos un plan para desenmascarar a Alba y tú nos ayudarás –sentenció Magnus.

-

Desde la mansión Herondale, Jace pudo ver el ataúd vacío de Maia cargado por diferentes lobos incluyendo a Bat. Luke iba detrás con su silla de ruedas impulsada por Jocelyn. También vio a Isabelle acompañada de Simon, quien al ver la mansión sonrío traviesamente, como si esto fuera una broma.
Más atrás se encontraba Clary cargando a su hijo, y finalmente vio a Alec tomando la mano de Alba. Le hervía la sangre verlo tan débil y saber que esa bruja se aprovechaba de eso.

–Lamento lo de tu amiga –la voz de Emma lo sacó de sus pensamientos–. Era una buena guerrera.

Jace se alejó de la ventana.

–Y yo lamento lo de Jules.

–Sí –Jace notó que Emma tocó su runa, ella no pareció hacer lo mismo–. Pero está vivo y eso me alegra.

–Vivo y con las hadas. Quizá ya no es el Jules que recuerdas.

–Él me dijo la verdad sobre Alba –contestó molesta–. ¿Y que hay de Alec y esa? Los vi afuera tomados de la mano.

–Alec está confundido, no sabe lo que hace. Cree que Alba es una aliada...

–¿Y por qué no le dices la verdad?

Cazadores de sombras: Ciudad de espejismosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora