Palabra

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Respeto, honor, palabra son la base y el cimiento, dos vidas en conjunto y en constante crecimiento.

ZPU

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Jace corría por todo Alacante, chocaba con alguno que otro inocente y pedía perdón sin dejar de correr. ¡Por fin!, pensaba alegre, a penas dos meses después de insistirle a Clary para que le dijera quién le había dado su anillo Herondale, ella le confesó que había sido un antepasado suyo. Investigó su árbol genealógico y descubrió a Teresa Gray, cuya familia no aparecía en ningún registro de cazadores de sombras, pero sí en los archivos de subterráneos como una bruja. Intentó comunicarse, pero la bruja era reacia, siempre respondía: Aún no. Bien, al parecer ya era el momento, por fin había aceptado hablar con él. Aunque... ¿por qué hablar a solas? ¿Por qué enviar a Wesley para darle el mensaje y no ir ella misma? Eso no importaba, finalmente tendría respuestas.
Cuando llegó a las afueras vio a lo lejos una mujer recostada en el pasto y distinguió su cabellera café claro. Con paso lento se acercó y de apoco distinguió su playera roja y pantalones oscuros con manchas rojas... no era su playera, era sangre.
Presa del pánico, corrió hasta arrodillarse a su lado. Estaba pálida y mantenía los ojos cerrados, tomó su muñeca y presionó dos dedos para intentar sentir su pulso, era lento, muy lento, pero ahí estaba. Sin pensarlo usó su cuchillo para rasgar la playera de Tessa y ver el torso de la bruja; tenía tres heridas, un corte justo debajo del cuello y otras en forma circular, como si la hubieran atacado con flechas. Tomó nuevamente la playera ensangrentada y la cortó para hacer un vendaje.

–Au –susurró Tessa sin abrir los ojos.

–¿Te duele? –preguntó angustiado y aliviado por igual.

–Sí. Esa era mi playera favorita –abrió los ojos.

Eran de un gris suave.

–Te hubiera dado la mía, pero...

Tessa pasó su mano tambaleante por su torso desnudo hasta llegar a su marca de nacimiento, esa cicatriz en forma de estrella. La tocó trazando círculos y sonrío, una sonrisa triste y cansada.

–Will.

–Tu esposo ¿cierto?

–Sí –dijo antes de comenzar a toser y escupir sangre.

Sin pedirle opinión, Jace la cargó en sus brazos.

–¿A dónde?

–Carstairs –respondió con voz cansada.

Jace hizo memoria rápidamente y recordó donde vivía Emma, seguramente esa casa ahora estaría ocupada por ella y Jem. Retomó su carrera hasta la casa Carstairs, que por suerte no estaba muy lejos de los límites de la ciudad; cuando estuvo frente a la puerta uso su pie para tocar con urgencia. Una joven de cabello azulado atado en una trenza, de orejas puntiagudas y ojos de diferente color.

–¿Qué haces aquí? –preguntó la desconocida.

Jace hizo a un lado a la chica y recostó a Tessa en el sofá negro de la sala.

–¿Y Jem? –preguntó con urgencia.

–No está, fue con su sobgina, –Jace no supo cómo no había reconocido a la extraña de la casa como Camille, tal vez porque estaba demasiado preocupado por Tessa– esa chica Emma...

–¿Emma? ¿Desde cuándo está en Alacante?

–¡Eso no impogta! ¡Yo sé dónde está, igé pog él!

Camille salió corriendo y Jace se arrodilló junto a Tessa.

–Shh –susurró acariciando el cabello castaño de la bruja–. Tranquila, en un momento vendrán.

Cazadores de sombras: Ciudad de espejismosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora