La calma que habíamos conseguido en los últimos días comenzó a desmoronarse cuando recibí una llamada inesperada. Era Alexander. El simple hecho de ver su nombre en la pantalla de mi teléfono hizo que mi estómago se revolviera. Sabía que tarde o temprano me enfrentaría a esta conversación, especialmente con mi padre planeando venir a Brasil en tan solo dos días.
Richard estaba en la sala, concentrado en un videojuego, así que me levanté y caminé hacia el balcón para contestar.
—¿Aló? —respondí, intentando que mi tono no sonara tenso.
—Nicole —dijo Alexander con una voz suave, casi persuasiva—. ¿Cómo estás?
—Bien, ¿y tú? —respondí de manera automática, sin interés real.
—He estado pensando mucho en nosotros. Y en lo que tu padre mencionó. Nicole, creo que debemos hablar en serio sobre el futuro.
Cerré los ojos, dejando escapar un suspiro. Esto era exactamente lo que no quería enfrentar.
—Alexander, no sé si hay algo más que discutir.
—Claro que lo hay. Escucha, sé que no estamos juntos ahora, pero... tú y yo somos perfectos para cumplir lo que nuestras familias esperan. Tu papá lo sabe, mi familia también. Es lo lógico, Nicole. Además, no he dejado de pensar en ti desde la última vez que nos vimos.
—Alexander... —dije con un tono más firme—. Esto no tiene que ver con lo que nuestras familias quieren. Es mi vida, y no creo que deba basarme en sus expectativas.
—Pero Nicole, ¿de verdad crees que lo que estás viviendo ahora es algo serio? Ese jugador... ¿cómo se llama? ¿Richard? ¿Es alguien con quien puedes construir un futuro?
Mis manos se cerraron en puños al escuchar cómo se refería a Richard. Me costó mantener la calma.
—Alexander, esto no es asunto tuyo. Lo que haga o deje de hacer con mi vida no te concierne.
—¿Sabes qué, Nicole? —dijo, su tono volviéndose más seco—. Cuando tu padre llegue, veremos qué opinas. Estoy seguro de que él sabrá abrirte los ojos.
Antes de que pudiera responder, colgó. Me quedé mirando el teléfono, sintiendo cómo la frustración y el enojo burbujeaban en mi interior.
Richard apareció por la puerta del balcón, probablemente porque había notado mi expresión al colgar.
—¿Todo bien, muñeca? —preguntó, inclinando la cabeza para mirarme a los ojos.
—Alexander —respondí, suspirando.
—Ah, el príncipe azul descartado. —Su tono era sarcástico, pero en su mirada había un toque de preocupación.
Le conté lo que había pasado, desde la llamada hasta la manera en que Alexander había intentado desacreditarlo. Richard no dijo nada al principio, pero sus manos se apoyaron en mis hombros, masajeándolos con suavidad para calmarme.
—Escucha, Gaby. No importa lo que él diga ni lo que tu papá piense. Tú decides tu vida. Y si él o cualquier otro quiere meterse, tendrá que pasar sobre mí primero.
No pude evitar sonreír ante su tono protector. Richard tenía esa habilidad de hacerme sentir segura incluso en los momentos más complicados.
—Gracias, Richi. No sé qué haría sin ti.
—Fácil —dijo con una sonrisa pícara—. Te casarías con Alexander y serías miserable toda tu vida. Pero tranquilo, porque aquí estoy yo para salvarte.
Reí ante su comentario, y por un momento, toda la tensión de la llamada desapareció. Sin embargo, sabía que el verdadero enfrentamiento estaba a punto de llegar. Con mi padre a tan solo dos días de distancia, la batalla por mi futuro estaba más cerca que nunca. Y aunque tenía miedo, también sabía que no estaba sola. Richard estaría conmigo, pase lo que pase.

ESTÁS LEYENDO
11 pm - Richard Rios
Fanfictionbasada en la cancion 11pm de maulma Donde nicole tiene una relacion toxica y se aleja de richard , pero richard le hara ver que con el se ve mucho mejor.