Prometo no olvidarte

Capítulo XVLII

Anastasia

Escucho a lo lejos un pequeño pitido, mi cuerpo se siente pesado, me muevo un poco mientras abro lentamente los ojos. Todo a mi alrededor es blanco, la luz me lastima. Estoy en el hospital, la intravenosa en mi brazo duele como mi cabeza que siento va a estallar.

Una enfermera entra y al verme sonríe.

–¿Cómo se siente señora Hyde? –menciona mientras checa el gotero del suero. Yo frunzo el ceño al escuchar cómo me llama, pero no le digo nada, siento mi boca seca.

–Cansada –dejo caer mi cabeza a un lado– me siento como si un tráiler hubiera pasado sobre mí.

–Prácticamente así fue –termina de llenar su expediente mientras me mira–. Tuvo mucha suerte en que su esposo estuviera con usted y evitar una caída más fuerte.

¿Caída? ¿esposo? yo que recuerde Jack no sabía nada, o tal vez ya lo sabe, no entiendo de lo que me está hablando. Estoy a punto de preguntarle cuando el doctor entra mira a la enfermera y a mí.

–Ya te veo mejor Ana –observa lo que acaba de escribir la enfermera en el expediente– nos puede dejar solos Mari –le indica a la enfermera, ella asiente.

–Ana el señor Grey nos comento acerca de la situación así que todo se está manteniendo bajo perfil, la enfermera hizo algún comentario mal intencionado –niego lentamente– cambiando de tema debes de cuidarte más y no solo por ti, sino por el pequeño que viene en camino.

–¿Estoy embarazada? –pregunto aun con la anestesia en mi cuerpo.

Asiente –Sí y quería decírtelo en privado por eso es que no viene en tu registro para que nadie se entere –lo suponía, hace días había tenido síntomas, pero lo asociaba con el estrés de que mi padre descubra que Christian es el verdadero padre de mi hijo, y no solo el si no también de que viene en camino.

–¿Christian lo sabe? –pregunto de inmediato y me arrepiento al hacer eso, espero el doctor no note nada raro.

–No, el señor Grey no sabe nada –menciona un poco confundido.

–¿De cuantas semanas estoy?

–Cinco, en tus análisis salieron por lo que te pido tener cuidados durante tu embarazo ya que estas muy delgada y puede convertirse en alto riesgo.

Solo asiento, el me da una ligera sonrisa y antes de marcharse lo detengo.

–Doctor –me mira– no le diga nada a Christian–, me doy cuenta de mi error y rápido me repongo– es decir no le diga a él ni a nadie, quiero hacerlo yo.

–Comprendo y no se preocupe, no diré nada.

Solo asiento y le doy las gracias. Me acomodo en la cama, de nuevo estoy embarazada. No sé si Christian tiene buena puntería o yo soy muy fértil. O han tenido mucho sexo Anastasia –me dice mi subconsciente.

Christian viene a verme y pasa la tarde conmigo, pregunto si es necesario que me quede la noche porque tengo que regresar a casa antes de que Jack se ponga como loco y le empiece a meter ideas a mi padre en la cabeza. Tengo que resolver este tema cuanto antes, por el bien de mis hijos y mío. La enfermera me indica que me van a dar de alta por lo que solo asiento, Christian me dice que ya arreglo todo para que nadie diga nada.

–Ana amor –Christian se levanta y se acomoda– sé que no te va a gustar lo que hice, pero tuve que hablarle a Jack–. Lo miro sin creer lo que me está diciendo –lo tuve que hacer porque no dejaba de insistir, pero tranquila no le dije lo que realmente paso, le comente que saliendo de la oficina te mareaste y te caíste.